'La trinchera infinita' representará a España en los Oscar

Ha sido la actriz Susi Sánchez la encargada de abrir el sobre y anunciar que 'La trinchera infinita' obtenía el billete para viajar a Hollywood «Hemos recibido buenas y malas noticias a lo largo de los años, y podría parecer que la experiencia hace que estemos más relajados pero cuando nos los han dado... Nunca habíamos saltado ni gritado tanto, de verdad, señal de que tampoco teníamos tan claro que íbamos a salir seleccionados», contaba minutos después Aitor Arregi, uno de los codirectores de la película. «Somos un poco cenizos y siempre nos ponemos en la peor situación. Quizá sea un dispositivo de defensa», apunta, y aunque en un principio se veían con muchas posibilidades, admite que «en los últimos días tanto 'El hoyo' como 'O que arde' habían ganado en presencia».

Protagonizada por Belén Cuesta y Antonio de la Torre, la película, que obtuvo tres galardones en el Festival de San Sebastián, entre ellos a la mejor dirección y el mejor guion, sigue los pasos de un topo de la Guerra Civil que pasa treinta años oculto tras la falsa pared de la vivienda en la que convive con su esposa y ahonda en cómo todo ello pesa cada vez más en una relación que parece no ir a ninguna parte. Explica Arregi que con la candidatura a los Oscar «se ha cumplido un objetivo maravilloso» y que a partir de ahora toca hacer lo posible para que se prolongue la vida de la película y llegue con opciones a la terna final: «Es difícil, pero vamos a intentarlo. Cuando entras en el grupo de representar a 80 países, ahí el nivel medio es muy alto, es como el Tour de Francia, que sabes que en el pelotón hay mucho nivel».

Angustiosa y asfixiante, más que ahondar en el relato de la Guerra Civil, lo hace en cómo el miedo se instaura en la personalidad y desintegra una familia. Quizá su historia, tan unida a la de la realidad española, reste enteros de cara a mover la película en el exterior. Arregi, en cambio, no lo ve así. «Creo que es una historia muy local, muy andaluza, pero a la vez maneja elementos más universales como el tema del amor, la relación de pareja, el miedo a cambiar de situación y yo creo que eso es muy entendible en Estados Unidos», sostiene. A su juicio, «el tema de la Guerra Civil y la posguerra no le va en contra de cara a los Oscar. Los académicos estadounidenses son bastante abiertos y han premiado películas de toda índole. Unos años igual premian algo más medieval, otros años algo más actual, social o bélico... Yo espero que los temas más eternos dejen poso».

Opinión similar mantiene Belén Cuesta, que desde la sede que la Academia de Cine tiene en Madrid, ha asegurado que la película «es parte de nuestra historia» y en ese sentido puede ser «interesante» para los académicos de Hollywood. «Estamos contentísimos, ahora mismo veo muchísimas posibilidades, pero sabemos que es bien difícil, hay que ir paso a paso y hoy toca celebrar, el mundo está raro y hay que celebrar estas cosas», ha dicho la actriz.

Lo cierto es que los próximos meses van a ser un tanto extraños. «Lo que tocaría ahora sería ir a EE UU. Iniciar una campaña y defender esta película al otro lado del Atlántico, que nos encantaría, pero yo creo que eso va a ser practicamente imposible. La pandemia lo enrarece todo», se lamenta Arregi. De momento, los Oscar ya se han retrasado dos meses y aún no ha quedado claro si se van a celebrar de forma presencial o no. Con todo, el cineasta destaca que muchos espectadores han acabado uniendo su experiencia personal a la historia de la película, que al final no deja de ser la de un hombre que se confina en una casa durante treinta años. «Es bonito ver que la película crece en este contexto, un contexto que no deja de ser atroz para todos», comenta.

Afortunadamente, su presencia en Netflix podría paliar la ausencia de los directores al otro lado del charco. En opinión de Arregi, la plataforma «es una gran aliada y le da un empujón importante a la película». En este sentido, y teniendo en cuenta la cantidad de oferta que maneja el servicio, el trabajo de los productores es hacer ver a la compañía que se puede apostar por el filme. «Creo que está muy por la labor y con esta noticia, aunque sea durante unas semanas, creo que van a subrayarla más», comenta quien considera que de lo que se trata es de llegar a cuanta más gente sea posible. Y a este respecto «plataformas como Netflix tienen un músculo tremendo».

Nominada a quince goyas, 'La trinchera infinita' tuvo que conformarse con dos, a mejor actriz para Belén Cuesta y a mejor sonido. Cabe preguntarse si esta noticia resarce un poco el mal trago. Arregi ríe. «Fue una noche agridulce. Por un lado, fueron solo dos. Pero es verdad que fueron dos que nos hicieron una gran ilusión. Sabiendo que estaban Almodóvar y Amenábar, no te digo que íbamos de comparsa, pero sí de tercera alternativa, así que le dimos más peso a la alegría de los dos goyas que al tema de las quince nominaciones, pero es verdad que una noticia como esta equilibra de alguna manera lo que sucedió».

¿Y resulta agotador seguir hablando de una película que se estrenó hace un año? «A veces se lleva mejor y otras peor. A veces estás cansado y quieres pasar página -confiesa-. Pero claro, cuando te pasan estas cosas, pues bendito sea». Alega Arregi que la película, en situación prepandémica, «debería haber tenido una vida un poco más corta». No en vano, la cinta iba a estrenarse en Francia en marzo y se acabó estrenando el mes pasado. «Luego, hubiera venido el pico de los Oscar, pero al final entiendes que es parte de tu trabajo. Si a una película le va bien, como ocurrió con 'Loreak' que funcionó estupendamente en festivales, puedes tirarte un año viajando».

El filme, impulsado por las productoras vascas Irusoin y Moriarti Produkzioak y la sevillana La Claqueta llevó a las salas a 226.000 espectadores y logró una recaudación total en salas de 1,2 millones de euros.