San Sebastián premiará la mejor interpretación sin distinción de género

«El criterio para el jurado será el de distinguir entre malas o buenas actuaciones, sumándonos así al camino iniciado ya por nuestras amigas y amigos del Festival de Berlín», explica Rebordinos. «Son momentos de cambio y de toma de decisiones. Seguimos con atención los debates que en estos momentos se producen en el interior del movimiento feminista sobre este y otros temas. No tenemos certezas, pero sí voluntad de seguir evolucionando y ayudando a construir una sociedad más justa e igualitaria».

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La Berlinale fue el primer gran festival en anunciar el año pasado un premio de género neutro para las mejores actuaciones sin distinción entre hombres y mujeres. Un Oso de Plata a la mejor actuación protagonista y otro a la mejor actuación de reparto «como señal de una conciencia más sensible al género en la industria cinematográfica», argumentaron sus responsables.

San Sebastián explica que esta modificación del reglamento «permite acoger otras identidades que no se adscriben a los géneros masculino o femenino y reconoce, además, el trabajo de las denominadas interpretaciones de reparto, que no suelen ser galardonadas en los festivales de cine». Estos premios podrán concederse ex aequo. El Zinemaldia ha revelado asimismo el cartel de este año, protagonizado por la actriz Sigourney Weaver en un diseño de la donostiarra Eva Villar creado a partir de una fotografía de Matthew Brookes. La actriz visitó San Sebastián por primera vez en 1979 con su película de debut, 'Alien, el octavo pasajero'. Después ha venido en varias ocasiones y en 2016 recibió el Premio Donostia. En las últimas ediciones, estrellas como Isabelle Huppert, Penélope Cruz y Willem Dafoe han prestado su rostro al póster del festival.

La pandemia y las restricciones sanitarias volverán a marcar esta 69 edición. «Confiamos en ampliar el número de proyecciones y la capacidad de aforo de las salas respecto al pasado año. Y también queremos recuperar el glamour en la alfombra roja», confía José Luis Rebordinos. «Nos gustaría que fuera un festival que devolviera la ilusión a la ciudad tras más de un año de gran incertidumbre y sufrimiento para muchas personas». Por segundo año consecutivo, el Velódromo no se utilizará como sala gigante de cine ni habrá fiestas de inauguración y clausura. Sí se recupera con un número menor de títulos al inicialmente previsto la retrospectiva 'Flores en el infierno. La edad de oro del cine coreano', suspendida el año pasado, así como la sección Klasikoak.