Los Globos de Oro humillan a Netflix

Los premios que concede la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood se mostraron conservadores y apostaron por el cine de los estudios tradicionales frente a la revolución Netflix, que había depositado sus esperanzas en 'El irlandés', que no obtuvo un solo galardón. La plataforma de 'streaming' que ha puesto patas arriba la industria se presentaba con 34 nominaciones, tres películas en la categoría de mejor filme dramático y una en la de comedia. Solo recogió dos estatuillas: la de mejor actriz dramática para Olivia Colman por 'The Crown' y el de mejor actriz de reparto en un drama para Laura Dern por 'Historia de un matrimonio', donde encarna con divertida fiereza a una abogada especializada en divorcios.

Renée Zellweger fue la mejor actriz dramática del año por su papel de una Judy Garland crepuscular en 'Judy'. Hollywood adora las resurrecciones, y la protagonista de 'El diario de Bridget Jones' renace a los 50 años tras unos años de malas películas y discutibles operaciones de cirugía estética. «No importa estar ahí arriba, sino el viaje», confesó con el premio en la mano. 'Érase una vez en Hollywood' le brindó a una película de Quentin Tarantino su primer Globo de Oro en la categoría de comedia o musical. Un canto de amor al cine y a la gente que lo hace jugando con la Historia en el verano de 1969, que recibió el premio al mejor guion y el de mejor papel de reparto para Brad Pitt, que da vida a un especialista en horas bajas, imponiéndose nada menos que a Tom Hanks, Anthony Hopkins, Al Pacino y el favorito de la noche, Joe Pesci, que regresaba al cine con 'El irlandés' y que ni siquiera acudió a la fiesta.

El mejor actor protagonista en comedia o musical fue una sorpresa: Taron Egerton, el galés de 29 años transformado en Elton John en 'Rocketman'. «Gracias por vivir una vida poco común», agradeció al cantante, feliz en la mesa junto a su letrista de siempre, Bernie Taupin, autor de canciones inmortales como 'Your song', con quien recogió el premio al mejor tema del año.

La hispanocubana Ana de Armas perdió el Globo de Oro como mejor actriz de comedia a manos de Awkwafina, la protagonista de origen asiático de 'The Farewell'. Tampoco nuestro Antonio Banderas pudo subir al estrado en su quinta nominación al premio. Nada pudo hacer frente a Joaquin Phoenix, que recogió el premio con la expresión alucinada del Joker, como si siguiera engullido por su personaje. El actor recordó el cambio climático y los incendios en Australia, afeó a las estrellas que van de ecologistas y viajan en jet privado, se calificó de «estudiante» al lado de contrincantes como Christian Bale y Adam Driver, y reconoció que en el rodaje no se lo puso nada fácil al director Todd Phillips. «Sé que fui un grano en el culo».

Ricky Gervais condujo la gala por quinta y, según él, última ocasión. «Algunos de los mejores directores del mundo están en esta sala, y todos tienen terror de Ronan Farrow», arrancó el mismo día que se inicia en Nueva York el juicio contra Harvey Weinstein. El hijo de Woody Allen y Mia Farrow fue el autor de los artículos periodísticos que contribuyeron a llevar a los tribunales al productor acusado de abusos sexuales. «Por cierto, este año ha habido muchas películas de pervertidos», prosiguió el cómico británico. «'Leaving Neverland' (el documental sobre Michael Jackson), 'Los dos Papas'…».

También hubo pullas para Martin Scorsese y su fobia a las cintas de superhéroes de Marvel. «Dijo que estas películas son como un parque de atracciones, pero él es demasiado bajito para que le dejen subirse a las barracas». El presentador no tuvo piedad con la situación de la industria -«las películas y los cines ya no importan a nadie, la gente solo ve Netflix»- y hasta recordó al magnate Jeffrey Epstein, hallado muerto en la cárcel mientras cumplía una condena acusado de pederasta: «Callaos, sé que era amigo vuestro, pero no me importa». Leonardo DiCaprio sonrió cuando Gervais recordó que el actor fue al estreno de 'El irlandés' «y al final de la película su novia ya era demasiado mayor para él».

Los discursos reivindicativos llegaron de la mano de Patricia Arquette y Michelle Williams. La primera, mejor actriz de reparto en televisión por 'The Act', condenó que la última acción militar de Donald Trump en Irán haya llevado a Estados Unidos «al borde de la guerra» y animó «a votar en consecuencia». También recordó los incendios que arrasan Australia. Por su parte, Williams, mejor actriz de miniserie por 'Fosse/Verdon', invitó a las mujeres que a voten según su propio interés. «Los hombres llevan años haciéndolo y por eso el mundo se parece tanto a ellos».