El Cervantes, guardián de la memoria Gil de Biedma

Familiares del escritor, entre ellos su sobrina Inés García-Albi, y Carina Pons, de la agencia Balcells, depositaron en la Caja de las Letras un legado «familiar, sobrio y escaso, como su obra». Lo formaron una separata numerada con el número 12 de una tirada de 50 ejemplares de 'Para vivir aquí' del año 1958 y dedicada a una de sus hermanas; la primera plaquette de una obra del año 52 dedicada a la madre del poeta; una carta «muy graciosa» dirigida a otra hermana; la primera edición de 'Diario del artista seriamente enfermo' (1974), y una semblanza que hizo para Picasso en un libro homenaje al pintor malagueño. También se incluyó la minuta de la celebración del 75 aniversario de la compañía de Tabacos de Filipinas para la que trabajaba el poeta, que viajó al país asiático en 1956.

«El paso del tiempo le sienta fenomenal a su obra», dijo Inés García-Albi, que evocó a su tío como alguien «divertido y afectuoso» y destacó el papel crucial que jugó en la familia. «Escribió para no morir del todo, y parece que lo logró», dijo la sobrina de uno de los autores esenciales de la brillante Generación del 50.

El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, recordó «emocionado y agradecido» a su maestro y amigo. «Fue decisivo para varias generaciones de poetas y para mí, ayudándome con mi primer libro», agradeció. «Nos enseño a todos a no separar la cultura de la vida, y que la mediocridad y la pedantería son las dos enfermedades más graves de la lírica», agregó García Montero.

Recordó al poeta como «una persona decente, algo que no hay que confundir con un puritano». Salía así al paso de las críticas a la moralidad del poeta, que refirió algunos de sus encuentros homosexuales con menores filipinos en una versión revisada de sus diarios.

Elogió García Montero la «honestidad literaria» que Gil de Biedma «demostró». «Los filólogos y cientos de profesores que han estudiado su poesía destacan su capacidad para empatizar y conmoverse con los más débiles, con las personas más necesitadas, y con las mujeres explotadas por el machismo imperante de la España que le tocó vivir», dijo asegurando que su obra «es una herencia decisiva en la historia en España». «Su poesía, su amor por la libertad, nos pueden ayudar a conseguir los deseos que él mismo defendió» agregó García Montero.

Por la tarde la cantautora Silvia Comes se disponía a estrenar en el salón de actos del Cervantes el espectáculo 'Vals del aniversario', para el que ha puesto musica algunos de los poemas de Gil de Biedma.