La asombrosa historia de una de las santas más famosas del mundo

Santa Catalina es una de las más icónicas entre las imágenes del cristianismo y su historia es tremendamente cruel y marcada por la tortura. Fue una mártir cristiana del siglo IV. Dicen que era una joven inteligente, bella y educada que heredó un reino y, al parecer, fue a echarle en cara al emperador Majencio que por qué hacía tantas fiestas paganas.

Desconcertado, el emperador llamó a unos sabios para convencerla pero ella termió convenciéndolos y convirtiéndolos al cristianismo. Majencio estaba enfurecido, pero le pidió que se casara con él, propuesta que Catalina rechazó.

Fue entonces cuando el emperador comenzó a someterla a todo tipo de torutras que no surtían efecto sobre ella. Una de las torturas más representadas fue cuando intentaron aplastarla con dos ruedas porque, cuando las ruedas tocaron su cuerpo se descompusieron en 4.000 pedazos que cayeron sobre los paganos que estaban viendo la tortura.

En el tiempo que estuvo presa y sometida a las toturas de Majencio, Catalina fue convirtiendo al cristianismo a soldados y a otras personas del entorno del emperador, incluida su mujer a la que terminó asesinando también.

Magencio, harto del rechazo de Catalina y de que convenciese de su religión a sus acólitos, acabó cortándole la cabeza. Dicen que de su cabeza cortada manó leche en vez de sangre y que los ángeles se llevaron su cuerpo para enterrarlo.

El lugar de la sepultura emanaba una fragancia muy agradable y la Santa obró el milagro curando a los enfermos que aspiraban ese aroma en el lugar en el que fue enterrada.

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