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'A la manera de Ingres', 2011. Richard Learoyd
Richard Learoyd: El misterioso poeta de la cámara oscura

Richard Learoyd: El misterioso poeta de la cámara oscura

El fotógrafo británico exhibe las irrepetibles y emotivas imágenes que capta con los arcaicos dispositivos que él mismo construye

Martes, 18 de febrero 2020, 18:37

Sus fotos son únicas, como los cuadros de Ingres o Velázquez en los que se inspira Richard Learoyd (Nelson, 1966). Este raro fotógrafo británico es un poeta de la cámara oscura que juega con el misterio y la poesía. Aspira, además, a que sus obras ... se defiendan por sí mismas en museos y galerías de arte frente a las pinturas de los grandes maestros. Como ellos, realiza retratos, paisajes y bodegones, «temas eternos» dice Learoyd, que los aborda con un sistema bien conocido desde al antigüedad y que los pintores renacentistas utilizaban para abocetar sus pinturas: la cámara oscura.

Sus imágenes casan así tradición y modernidad. Son radicalmente modernas pero generadas por medios arcaicos y elementales. Al contrario de lo que ocurre con las fotos convencionales, las de Learoyd son piezas irrepetibles e imponentes. Busca la emoción y la excelencia con grandes imágenes que realiza con los primitivos dispositivos que él mismo idea y construye. «Me interesa ver como una obra de arte domina y se adueña de una sala, y las fotos son obras de arte con todas las de la ley. Pueden ocupar su lugar en los museos en pie de igualdad con pinturas y esculturas», reivindica Learoyd, un creador en las antípodas del cazador de instantes decisivos.

La Fundación Mapfre muestra en sus salas de Madrid, hasta el 24 de mayo, las espectaculares creaciones de este alquimista de la luz, un fotógrafo de mirada precisa y atenta que se ha ganado un puesto de privilegio en el planeta del arte. La muestra repasa los últimos diez años de su trabajo a través de 45 obras en color y en blanco y negro. Priman los retratos de inspiración clásica que alterna con atípicos bodegones –un coche arrasado por las llamas, cadáveres de animales, un amasijo de redes...– y con los paisajes, algunos de Lanzarote, fruto del encargo de la Fundación Mapfre, que incorpora así la obra de Learoyd a su colección.

'Nancy desnuda en silla blanca', 2010. Richard Learoyd

Sus fotos no se pueden retocar ni seriar. De gran formato, tienen el tamaño real con el que las capta, casi siempre en su estudio, dónde busca recrear la atmósfera de los óleos de Ingres, Velázquez o Ribera. «Busca algo inusual, misterioso e indescriptible. Sus imágenes están llenas de misterio y poesía; son el tipo de obra que miramos una y otra vez para tratar de descubrir qué nos cautiva» dice Sandra S. Phillips, comisaria de la muestra. Destaca como Learoyd aumenta la carga poética e inquietante de unas imágenes «de cautivadora singularidad» con títulos a menudo desconcertantes.

Decisión sin edición

Ha convertido Learoyd su estudio en una gigantesca cámara oscura diseñada por él a partir de los principios más antiguos de la óptica. Gracias a su ingenio, en la era digital en la que la que prima fotografía trivial y replicante, Learoyd emociona con sus sobrias, irrepetibles y enormes imágenes. «En mis fotos hay decisión, nunca edición», se ufana el fotógrafo. «Con un dispositivo digital, con película e incluso con placas, podría hacer un millón de fotos y editarlas. Pero hago todo lo contrario; lo mío es lento; una foto de estudio que positivo en quince minutos. Si la decisión no ha sido la correcta, la foto no es válida y se destruye. Vuelvo a empezar, por caro y gravoso que sea el proceso».

'Los pecados del padre'. 2016 . Richard Learoyd

«Soy muy manitas», dice este artesano capaz de construir los cuatro ingenios con los que trabaja. «Mi estudio son dos habitaciones conectadas por una vieja y eficiente lente de 750 milímetros», explica. En la habitación iluminada coloca al modelo o el objeto que le interesa, y en la pared de la sala oscura se proyecta su imagen invertida. Es ahí donde coloca el papel sensible que luego positiva con los químicos de la fotografía analógica. Para la fotografía en exteriores tiene otros tres dispositivos, el mayor de ellos es un cajón de fibra de carbono que escamotea en una tienda de campaña. «Las placas de 20 por 24, las mayores de la foto convencional me parecen ridículas, un sello», confiesa.

Material fuera de uso

Su problema es que la industria ha dejado casi de fabricar el papel y los productos químicos que necesita. «Tuve que gastarme cientos de miles de dólares en papeles de tamaño descomunal y en los productos químicos que conservo al vacío y en un congelador. Kodak no quiso venderme parte del material que necesita porque creía que era un industria de la competencia. Hasta que supieron quién era y qué hacía me vetaron ¡Y eso que solo a ellos les compre casi 20.000 dólares de material!», rememora irónico un creador para quien «lo importante es la lucha del artista por decir lo que quiere».

Aspira a que sus retratos, bodegones y paisajes soporten la confrontación con las obras de los grandes maestros

«Cuando contemplo una obra, lo que me interesa es la guerra interna del artista con el material, con el papel, el óleo, el metal, el mármol o la arcilla...con el que haya elegido para expresarse». «En mi caso guerreo hasta saber qué imagen quiero ofrecer. Es lo que persigo, aunque reconozco que me pongo las cosas difíciles con unas cámaras y unas fotos gigantescas» dice risueño.

La obra de Learoyd se ha expuesto en el Victoria & Albert Museum de Londres y en el Paul Getty de Los Ángeles. Está en las colecciones de grandes instituciones como el neyorquino MoMA, el parisino Pompidou, la londinense Tate Modern o el Museo de Arte Moderno de San Francisco.

Ficha

  • Qué: Richard Learoy

  • Dónde: Fundación Mapfre. Bárbara de Braganza, 13. Madrid. www.fundacionmapfre.org

  • Cuándo: del 21 de febrero 24 de mayo de 2020

  • Cuánto: Entrada general 3 euros. Gratis lunes no festivos.

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