G. Elejabeitia
Lunes, 4 de noviembre 2019, 20:46
«Estoy acostumbrada a ser la portavoz de gente de la que nadie se acuerda, de libros apolillados que ya nadie lee, de restaurantes que hace mucho tiempo que bajaron la persiana y de recetas que están esperando que las volvamos a cocinar», contaba una ... emocionada Ana Vega al recoger el Premio Nacional de Gastronomía a la mejor labor periodística este lunes en Madrid.
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Esas 'Gastrohistorias' cargadas de sabor y sabiduría popular cuentan cada semana con un espacio en las páginas gastronómicas de este periódico , pero el viaje al pasado de la bilbaína comenzó hace una década en un pequeño blog sin muchas pretensiones. Su tono ligero y sus historias divertidas cargadas de anécdotas esconden una rigurosa labor de investigación y documentación que no ha pasado desapercibida para la Real Academia de Gastronomía.
Ana Vega quiso aprovechar la ocasión para reivindicar el legado de la cocina popular. «Tendemos a hablar sólo de la alta cocina, pero eso es una parte mínima de lo que es la gastronomía. Esas recetas domésticas son las que han alimentado los cuerpos y los corazones de la gente y sin ellas nada de esto sería posible».
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