Secciones
Servicios
Destacamos
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado hace poco más de un año alertaba de que la obesidad en Europa había alcanzado «proporciones epidémicas». Los datos eran elocuentes: casi el 60% de los adultos y uno de cada tres niños en ... edad escolar presenta exceso de peso u obesidad en el continente. La situación en España, que invierte 2.000 millones anualmente para hacer frente a los costes sanitarios de este mal, no es mucho mejor. Afecta a 8,4 millones de personas y a 1,5 millones de niños y se calcula que causa unas 130.000 muertes al año. En Europa, la cifra se eleva a 1,2 millones, el 13% de todos los fallecimientos.
Son muchos los estudios científicos en torno a lo que la OMS considera una enfermedad crónica. Uno de los más recientes, desarrollado en nuestro país, aporta un enfoque novedoso. La doctora Ana Gordon, especialista de la Universidad de Córdoba y del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (IMIBIC) ha descubierto un nuevo mecanismo de comunicación entre las células adiposas, los llamados nanotubos de membrana, que podría abrir las puertas a nuevos tratamientos. «Este hallazgo es muy relevante porque a través de estos tubos, que conectan a los adipocitos entre sí, se pasan diferentes sustancias o componentes celulares. Incluso, como hemos demostrado, se pueden pasar nanopartículas, lo que abre una puerta a posibles vías de administración eficaz de fármacos frente a la obesidad», explica en conversación con este periódico la experta, que presenta sus resultados en el Congreso Europeo sobre Obesidad que se celebra estos días en Dublín.
La existencia de los nanotubos de membrana se conoce desde 2004. Se sabe también que están implicados en el desarrollo de enfermedades como el cáncer y otras patologías infecciosas. La novedad que aporta este nuevo estudio es que juegan un papel clave en la obesidad. «Las células de cualquier tejido, incluido el adiposo, funcionan como una sociedad, comunicándose entre ellas para generar una respuesta común. Los nanotubos de membrana son una de las posibles formas en que las células se comunican entre sí y no habían sido descritos entre los adipocitos, las células centrales del tejido adiposo», explica la experta.
Los tratamientos pasarían por utilizar estos conductos para introducir nanopartículas, «partículas cientos de veces más pequeñas que el diámetro del cabello humano», que serían los encargados de 'transportar' los medicamentos. «Las nanopartículas pueden proteger a los fármacos de la degradación, lo que implica que pueden ser empleados en la administración de medicamentos y tratamientos que no son efectivos con las formas habituales de aplicación. Esta red de nanotubos de membrana abre la puerta a nuevas y necesarias terapias contra la obesidad», subraya la doctora Gordon.
Hace solo tres meses, científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) descubrieron una diana terapéutica que permitiría el control de esta enfermedad. Se centraron en el estudio de los macrófagos, unas células del sistema inmunitario que en las personas obesas juegan un papel determinante. En estas ocurre que cuando los adipocitos -'el servicio de limpieza propio que tienen las células grasas'- se ven superados, los macrófagos no se activan como células de defensa, sino como células inflamatorias que favorecen el desarrollo de la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2 y el hígado graso. «Estamos convencidos de que es viable una terapia dirigida al control de los macrófagos de la grasa», explicaron.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.