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Cuatro nuevas voluntarias de la NASA entran, este viernes, en el Human Exploration Research Analog, o HERA, un simulador que recreará un viaje a la luna marciana Fobos durante los próximos 45 días, pero sin salir de la Tierra. Entre las tripulantes está una madrileña, ... Vanesa Gómez González, una ingeniera de software que ha trabajado para la agencia espacial americana durante casi ocho años. Ella se meterá en la piel de un astronauta y convivirá en este laboratorio, junto a sus compañeras Sandra Herrmann, de Alemania; y las estadounidenses Kimberly Knish y Katie Koube, hasta el próximo 13 de marzo.
Gómez se licenció en informática en la Universidad Politécnica de Madrid. Más tarde realizó un máster en estudios espaciales en la Universidad Espacial Internacional de Francia. Durante su carrera en la NASA, ha trabajado en el Centro de Investigación Ames y en el Laboratorio de Propulsión a Chorro, en proyectos que involucran simulaciones de tráfico aéreo, computación cuántica, robótica y bioinformática. Igualmente, ha participado en varios estudios temáticos espaciales, como someterse a fuerzas 6G en una centrifugadora humana -dispositivo que recrea las elevadas fuerzas G que pueden experimentar los pilotos al realizar maniobras en las aeronaves-, en el Centro Nacional de Capacitación e Investigación Aeroespacial en Southampton, Pensilvania (EE UU).
El simulador HERA, ubicado en el Centro Espacial Johnson de la NASA, en Houston (Estados Unidos), permite a los investigadores estudiar, en la Tierra, cómo los miembros de la tripulación se adaptan al aislamiento, el confinamiento y las condiciones remotas antes de enviar a astronautas en misiones al espacio profundo. Para ello, estas cuatro voluntarias llevarán a cabo varias tareas científicas y de mantenimiento dentro del simulador. Por ejemplo, analizar muestras de roca y probar las capacidades de la realidad aumentada, entre otros experimentos.
Además, se enfrentarán al desafío de perder el contacto con el control de la misión en Tierra a medida que se 'acercan' a Phobos, con retrasos de hasta diez minutos (cinco minutos en cada sentido) en la comunicación. Toda esta información ayudará a la NASA a desarrollar estrategias que permitan a los miembros de la tripulación ser más autónomos, trabajar mejor como equipo y comunicarse de manera efectiva para llevar a cabo las tareas de la misión.
Usando estos datos, los investigadores tienen como objetivo optimizar los equipos y métodos de trabajo para las misiones Artemisa a la Luna, así como para futuros viajes a Marte y más allá. Este equipo es el cuarto grupo de voluntarios que participan en la actual campaña de investigación de HERA. La misión más reciente terminó el 11 de julio.
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