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Con cuatro años de retraso y una semana larga de varios aplazamientos incluido un lanzamiento cancelado este mismo lunes por una tubería congelada, el supercohete de Jeff Bezos ha logrado por fin levantar el vuelo. El New Glenn -bautizado así en honor al mítico astronauta estadounidense- ha despegado desde Cabo Cañaveral pasadas las ocho de la mañana, un paso de gigante para Blue Origin, la empresa del magnate de Amazon, y para la propia carrera espacial, que tiene ahora una alternativa a Elon Musk.
«Estoy enormemente orgulloso de que el New Glenn haya llegado a órbita en su primer vuelo», ha destacado Dave Limp, CEO de Blue Origin. Este, el cruzar la frontera de la óbita terrestre, era el objetivo principal declarado de esta misión. Supone alcanzar aproximadamente los 150 kilómetros de altura, algo que no ha conseguido todavía la Starship, el megacohete de Musk. El supercohete de Bezos ha llegado mucho más allá y se ha alejado hasta 19.000 kilómetros, la llamada órbita media terrestre -antes está la órbita baja, donde se encuentran la mayor parte de los satélites y la Estación Espacial Internacional; y más allá, la órbita alta, a partir de los 35.000 kilómetros-.
— Jeff Bezos (@JeffBezos) January 16, 2025
Lo que no ha conseguido este gigante de 98 metros de altura y 7 de diámetro es que la parte propulsora amerizara sobre la barcaza que le esperaba sobre Jacklyn, la barcaza con el nombre de la madre de Bezos que la esperaba sobre el océano. «Perdimos el propulsor durante el descenso. Sabíamos que aterrizar la primera etapa en el primer intento era ambicioso. Aprenderemos, perfeccionaremos y aplicaremos ese conocimiento en nuestro próximo lanzamiento en primavera», han señalado. Esta complicada maniobra ya la realiza Blue Origin con el New Shepard, un cohete de menor tamaño que se ha utilizado para viajes de turistas espaciales, incluido el propio Bezos.
El éxito de Bezos supone la irrupción de un rival con los recursos suficientes para competir con Musk en el espacio. Ambos son los hombres más ricos del planeta, el dueño de Space X, Tesla y X el primero con 424.000 millones de dólares, y el magnate de la distribución el segundo con 237.000 millones. En la actualidad, Space X casi monopoliza los lanzamientos espaciales. Según los datos del año pasado, acaparó el 52% de todos los despegues. La propia Nasa le ha encargado del plan de rescate de los dos astronatutas que llevan atrapados en la Estación Espacial (ISS) desde el pasado mes de junio -volverán en una nave de Musk en febrero o marzo-, un plan para la destrucción del propio laboratorio orbital y abaraja recurrir a él para recuperar las muestras que la agencia está recogiendo en Marte.
La rivalidad estelar entre ambos superricos comenzó en el año 2000. Fue entonces cuando puso la primera piedra de Blue Origin. La respuesta de la actual mano derecha de Donald Trump llegó dos años después. A partir de entonces, la disputa entre ambos no admite comparación. Esto es justo lo que quiere cambiar el New Glenn.
El del New Glenn puede no ser el único despegue de un megacohete este jueves. Para esta noche está previsto el séptimo vuelo del Starship, la colosal nave de Elon Musk. Previsto para esta pasada noche, las malas condiciones meteorológicas han retrasado 24 horas el lanzamiento. Este ensayo supone el estreno de un nuevo modelo que crece de los 120 a los 124 metros de altura. Se intentará de nuevo cazar al vuelo el 'booster' con el Mechazilla, una enorme garra robótica, y se espera que la parte superior, la Starship propiamente dicha, americe de forma suave sobre el océano.
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