La víctima del crimen machista de La Granja había alertado este viernes a la Guardia Civil, pero no presentó denuncia

Además de lamentar la muerte de Alina Erica -a quien todos conocían cariñosamente como Ana-, la representante de la Administración central en la provincia ha detallado que «no había denuncia» previa por parte de la mujer fallecida. Este mismo viernes, había acudido a la Comandancia de la Guardia Civil con la intención de avisar al Instituto Armado de las «amenazas» que su expareja le venía realizando y que se habían agravado con algunos incidentes durante esta semana. Así lo explican varios amigos de la mujer asesinada, de origen rumano, como la fallecida, asentados en el municipio granjeño desde hace tiempo, que dan testimonio del «miedo» que padecía Alina de que pudiera ocurrirle algo a ella o a su hijo.

Prefieren mantener el anonimato, pero enseñan mensajes recibidos en el móvil en el que la propia víctima les decía que «ya no podía más» y les comentaba su voluntad de acudir a la Guardia Civil para tratar de acabar con el acoso al que supuestamente se veía sometida por su expareja.

La subdelegada del Gobierno confirma que la mujer acudió este viernes, hacia las seis de la tarde, a la Comandancia del Instituto Armado; sin embargo le dijeron que estaba cerrado. Al tratarse de un posible caso de violencia machista, una patrulla la visitó poco después para conocer los hechos. Según revela la subdelegada, la mujer les contó «otras cosas». Se refiere a unas fotos que colgó en redes sociales la expareja en la casa de la mujer, de la que tenía todavía llave pese a estar separados desde hace un mes, con la ropa de ella revuelta fuera de los cajones. Supuestamente, el hombre había ido a recoger sus cosas de la vivienda de la Calle Real, cercana al campo de polo de La Granja, donde residía la fallecida con su hijo de 16 años, fruto de otra relación.

La patrulla que atendió a Ana «no halló indicios de violencia ni de amenazas» y la mujer «no presentó denuncia», repite la subdelegada, quien se lamenta de que al no haber interpuesto dicha denuncia, no se activa el protocolo de protección, algo que «por desgracia ocurre en el 80% de estos casos» de violencia machista. A partir del testimonio recabado este viernes por la Guardia Civil sí se abrieron unas diligencias que iban a ser remitidas al juzgado.

Lirio Martín ha reiterado el llamamiento a las mujeres que se sienten amenazadas y que sufren cualquier tipo de agresión, ya sea verbal, física o psíquica, a las que reclama que acudan a las Fuerzas de Seguridad y que tramiten la denuncia pertinente. «Sin una denuncia previa no se puede poner en marcha el sistema adecuado de protección de los Cuerpos de Seguridad del Estado», ha hecho hincapié la responsable del Ejecutivo central en la provincia.

La subdelegada del Gobierno en Segovia apela a la «implicación y colaboración de toda la sociedad» en la lucha contra la violencia machista. «Es tarea de todos poner en marcha en toda su amplitud el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, donde los pilares básicos son la concienciación, la educación y el uso adecuado del lenguaje».

De confirmarse en las investigaciones, Alina Erica sería la primera víctima mortal de la violencia machista en lo que va de año en Castilla y León, señala la subdelegada y la vigesimoctava muerte de una mujer a manos de su cónyuge o expareja en España en este 2020. Desde que se toman datos de estos casos, en 2003, en el país han muerto más de mil mujeres «cruelmente asesinadas».

En el momento en el que se ha quitado el precinto que ha mantenido acordonada la zona en la que se han producido los hechos, los amigos de Alina Erica se han acercado entre lágrimas al lugar donde yacía muerta esta mañana hasta que el juez ha ordenado el levantamiento del cadáver y han depositado un ramo de flores y han encendido cuatro velas en su memoria.

Por su parte, el presunto asesino permanece muy grave ingresado en el Hospital General de Segovia después de que intentara acabar con su vida cortándose el cuello tras supuestamente apuñalar a su expareja.