El vallisoletano condenado por difundir una foto de la víctima de La Manada: «Es una sentencia ideológica»

El juzgado de lo Penal número 4 de Pamplona ha sentenciado al vallisoletano Alberto Quintana por un delito contra la integridad moral por difundir la instantánea de la víctima con un texto en el que la calificaba de «golfa borracha». El autor del tuit, sin embargo, considera «un abuso» la sentencia en la que, además, aprecia un marcado «componente ideológico», según explica a El Norte de Castilla.

Quintana mantiene que, desde que tuviera lugar la mediación y hasta el propio juicio, siempre ha asegurado que la fotografía le llegó por un grupo de Whatsapp «junto con imágenes en las que a la chica se le veía totalmente la cara, incluso vídeos de fiesta con sus amigas». Por este motivo, el joven asegura que, «si hubiera querido hacer daño como pone en la sentencia, hubiera publicado la cara, el nombre y apellidos porque también los sé, incluso también ruló el DNI de la chica». Por este motivo, insiste en que, «simplemente publiqué una foto en la que se la veía haciendo un acto de tipo sexual y que cada uno puede sacar sus propias conclusiones».

El joven declara que nunca tuvo «intención de señalar a la chica» ni de perjudicarla directamente aunque, lejos de zanjar la polémica en redes sociales, continúa defendiendo su postura a través de su perfil de Twitter. «Seré ultraderechista o seré lo que quiera la gente llamarme, pero con lo que no estoy de acuerdo es con la deriva feminista ideológica que se estaba generando en ese momento. Porque manadas ha habido decenas a lo largo del año y se puso el foco solo en esa porque eran españoles», ha asegurado a este periódico, manifestando que únicamente pretendió mostrar su postura en aquel momento ya que, insiste, «en Twitter simplemente muestro opiniones políticas».

El vallisoletano ve peligrar su futuro con esta sentencia en la que contempla un menoscabo de la libertad de expresión. Por este motivo, ha mostrado su intención de recurrirla ya que, de entrar en la cárcel, su proyecto profesional se vería truncado puesto que se encuentra preparando oposiciones, algo incompatible con antecedentes penales. Para él «la justicia está politizada hasta niveles increíbles», argumento con el que trata de justificar su publicación sobre la víctima de La Manada y defender su inocencia.

El juez considera probado en la sentencia, que se ha hecho pública hoy, que el 6 de diciembre de 2017 el acusado publicó en Twitter una fotografía en la que aparecía el rostro de una mujer manteniendo relaciones sexuales con un hombre acompañada de un texto en el que indicaba: «La chica supuestamente violada por la Manada ha pedido que no se difunda esta imagen porque quizá pensemos que solo era una golfa borracha». Ese comentario hasta las 17:25 horas del 7 de diciembre fue compartido 16 veces, marcado con un 'like' trece veces y generó 64 comentarios.

El acusado, que obtuvo la imagen por «algún medio que se ignora», según la sentencia, utilizó la referida fotografía con «ánimo de divulgar y difundir la imagen de la víctima», para lo cual utilizó el 'hashtag' #LaManada con la finalidad de favorecer la difusión del mensaje. «Con su publicación no obtiene ningún beneficio, solo se aprecia un ánimo de perjudicar a otra persona a la que ni siquiera conoce», señala el juez.

Debido a su publicación, según el fallo, la denunciante se ha visto «ridiculizada y avergonzada, y ha sufrido temor de poder ser identificada por terceras personas, lo que le ha obligado a «abandonar sus estudios universitarios, e incluso marcharse, durante una temporada a vivir al extranjero». Además, añade, familiares y conocidos que desconocían su condición de víctima de la Manada se enteraron de dicha circunstancia.