Confirman un año de prisión por agresión sexual a una menor en un bar de Soria

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha confirmado la condena de la Audiencia Provincial de Soria que pide un año de prisión para un varón por un delito de agresión sexual a una chica menor de 14 años en la terraza de un bar de Soria en abril de 2024.

La Sala, con sede en Burgos, ha desestimado el recurso de apelación presentado por la defensa «por error en la valoración de la prueba por omisión de razonamiento sobre diversas pruebas practicadas», como se desprende de la sentencia.

Así como en segundo lugar un recurso por «un nuevo error en la valoración de la prueba», por lo que se refería a la valoración de la declaración de la denunciante.

Los argumentos esgrimidos por la defensa no fueron admitidos por el Tribunal que determinó, además, que puede presentar un recurso de casación por infracción de ley y por quebrantamiento de forma, que podrán prepararse en esta misma Sala dentro de los cinco días siguientes al de su última notificación.

La Audiencia Provincial de Soria condenó al agresor, además, a la medida de cinco años de libertad vigilada, a seis años de inhabilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades, sean o no retribuidos, que conlleve contacto regular y directo con personas menores de edad y a la pena de prohibición de acercarse a la menor, a menos de 250 metros durante cinco años.

En concepto de responsabilidad civil, el acusado deberá indemnizar a la chica con mil euros, en la persona de sus representantes legales, más los intereses legales correspondientes.

La noche que ocurrieron los hechos, en abril de 2024, el acusado, mayor de edad y con antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia, se encontró con un segundo varón que acababa de conocer y se fueron a tomar algo a un bar. Ambos se encontraron con la víctima y su prima, ambas menores de edad y amigas del segundo varón, a las que solía invitar a tomar un refresco.

El acusado, que no las conocía de nada, cogió a la menor por la cintura «con ánimo libidinoso», como se desprende de la sentencia, e invitó a ambas a su camión a tomar unas cervezas diciéndoles que tenía cervezas y que «lo pasarían muy bien y que no iban a tardar nada».

La sentencia recoge que aprovechando la circunstancia de tener a una de las menores aún cogida por la cintura, metió su mano por debajo de la sudadera, tocándola a la altura de la cadera y bajando su mano tocó, con el mismo ánimo libidinoso, la zona del glúteo de la chica, por encima de la ropa, e intentó meter su mano por debajo del pantalón hacia la zona del pubis, zafándose la menor.

Ambas se escaparon de la terraza del local donde ocurrieron los hechos y avisaron a sus familiares, quienes acudieron al lugar iniciándose un altercado «que no es objeto de este procedimiento», como aclara la sentencia.

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