Silvia Clemente se aferra a su futuro político en Cs y llama «a trabajar todos juntos»

En el que ayer envió apenas dos horas después de que la Comisión de Garantías anulara su victoria y proclamara a Francisco Igea candidato a la Presidencia de la Junta tras anular 82 votos con origen en un «emisor no válido» que habían hecho ganadora a la segoviana, Silvia Clemente agradece los apoyos que ha recibido estos días y asegura que se mantendrá respaldando «a Ciudadanos porque es el partido que mejor simboliza un proyecto para España y la libertad encabezado por un gran líder como Albert Rivera».

La expopular felicita en esa breve nota (tres párrafos) a Igea y le envía un mensaje: «Es el momento de trabajar todos juntos por los castellanos y leoneses». Más que un ofrecimiento es una invitación a incorporarla al proyecto naranja que ayer mismo respondió el vencedor de las primarias. Igea evitó decir que no contará con ella, pero avisó de que las listas serán «coherentes con el mensaje que ha trasladado en su campaña», que contará para ello con «la gente más adecuada para esa tarea» y que no incorporará a nadie que «transmita un mensaje erróneo» de personalismos, antiregeneración y complaciente con la «política clientelar» de 32 años de gobiernos del PP en Castilla y León.

El comunicado de Silvia Clemente es el último capítulo de 18 días de convulsión política desde que el 22 de febrero renunciara a la Presidencia de las Cortes, arremetiera duramente contra Alfonso Fernández Mañueco, presidente y candidato del PP a la Junta, y se diera de baja en el partido con el que fue durante 20 años alto cargo de la Junta. De Mañueco, junto al que juró como consejera de Herrera en 2001, aseguró que no tenía palabra ni capacidad ni dotes de liderazgo.

Silvia Clemente hizo la maleta hacia Cs con el apoyo de la cúpula regional y nacional. Un poderío de cargos orgánicos con el que no ha contado Francisco Igea, en una campaña en la que una sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León encontró indicios penales de manipulación en el expediente de una subvención de casi 600.000 euros a la que el marido de Silvia Clemente, el empresario patatero Javier Meléndez, accedió siendo ella consejera de Agricultura y que su sucesora en el cargo, Milagros Marcos, le denegó por entender que no cumplió lo exigido en la convocatoria. Ese asunto sigue su trámite judicial.