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La Consejería de Sanidad insiste: ante síntomas compatibles con el coronavirus y posible contacto con alguna persona afectada, o bien por haber estado en zona de riesgo o con alguien que lo haya estado, llamar al 900 222 000 y evitar acudir a un centro asistencial. Presentarse en el centro de salud o en un Servicio de Urgencias con un posible contagio es ayudar a la propagación y no se obtienen mejores resultados individuales.
Cuando se llama al citado teléfono, y tras un análisis de las circunstancias de cada llamada de alerta, en ocasiones se indica un aislamiento domiciliario, tanto para casos en investigación, como probables o confirmados.
Es el propio personal de enfermería el que se desplaza a la casa de cada presunto afectado. Y cada visita la realiza con el preceptivo equipo de protección individual que incluye la mascarilla, el traje, los guantes... Son los enfermeros 'volantes', como se les ha dado en llamar, los que se encargan de esta actividad y un mismo profesional recorre en el mismo día varios domicilios si así lo requiere la alerta, algo casi habitual. «Cada vez que entra en una casa y toma una muestra, luego se retira todo el equipo y para la siguiente vivienda utiliza uno nuevo. Así lo marcan los protocolos», explicaba la directora de Salud Pública de Castilla y León, Carmen Pacheco, en una entrevista.
Esta labor y algún caso hospitalario suman ya los 161 análisis, a fecha de ayer que se han realizado en busca del coronavirus en Castilla y León, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad. En este tiempo –el primer caso sospechoso fue el pasado día 10 de febrero con la mujer china de Valladolid que, finalmente, dio negativo, pero que fue examinada y estudiada en el Río Hortega– solo entorno al 7,4% han resultado, como es sabido, finalmente positivos. Cuando el test rápido no descarta la infección sino que la detecta es cuando se envían al Centro Nacional de Microbiología del Instituto Carlos III de Madrid para su confirmación. Además, es el encargado de centralizar toda la casuística y situación española y de mantener los contactos con los responsables sanitarios europeos y de la OMS.
La Junta habilitó el pasado 7 de febrero el teléfono 900 222 000 de atención ciudadana sobre el nuevo coronavirus, disponible las 24 horas del día. Los primeros días las llamadas eran anecdóticas, de entre dos y cinco;pero los últimos diez, coincidiendo con la presencia confirmada de casos positivos, la demanda ha disparado 1.906 llamadas. Solamente ayer, este teléfono registró 315 y son León (61) Salamanca (57 ayer) y Valladolid (51) las de más llamadas.
Desde que empezaran los confinamientos domiciliarios, algo que define un documento técnico del 27 de febrero para incorporar en el protocolo de actuación tal medida de contención, son contados los casos que llegan a ingresar en el hospital y, algunos de ellos, lo hacen más por un problema de dificultades para estar en casa por vivir en ella personas vulnerables, o por falta de ella como el ingeniero iraní de Valladolid, que por complicaciones, con la excepción de uno de loa afectados de neumonía en Miranda de Ebro, el otro finalmente no estaba infectado de coronavirus, y el camionero de El Bierzo, que suma otra patología seria.
En casa, pero en vigilancia activa. Una de las medidas que contempla el protocolo es que cada día, y durante catorce, la persona siga en su domicilio el seguimiento de cuatro síntomas: fiebre, tos, dificultad respiratoria y malestar general. A través de casillas, tendrá que ir apuntando su sensación para después trasmitirlo al personal sanitario. En cuanto a los requisitos mínimos para la atención domiciliaria, es recomendable que el paciente tenga una estancia para él solo, con buena ventilación y un baño exclusivo. Por otro lado, tendrá que haber un teléfono que garantice la comunicación con el personal sanitario y la ausencia de personas vulnerables en la casa.
Una de las grandes prioridades es preservar la salud del personal esencial para la comunidad. Fundamental en la presente la de médicos y enfermeros porque, tal y como lo señalan desde Salud Pública, no hay reservas. Y, entre otras medidas, Sanidad ha decidido suspender de forma temporal la rotación de los médicos internos residentes (MIR) porEmergencias, para evitar su exposición, pero mantendrán su actividad en las urgencias hospitalarias.
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