Secciones
Servicios
Destacamos
El sonido de las tijeras eléctricas con las que se pela al rebaño para que no sufra el calor del verano ya se ha incorporado a la rutina de muchos pueblos de la región. La campaña de esquileo ha comenzado «con algo de retraso con ... respecto a otros años porque en abril coincidió la Semana Santa y luego, era tiempo de Ramadán y como en muchas explotaciones trabajan musulmanes, hemos tenido que esperar», explica Ignacio Fidalgo, que junto con su socio Alfonso Suárez, regenta la empresa Esquiladores Montaña de León.
No esconde que ahora vienen las prisas, «es un agobio porque hay que hacerlo todo a la vez», al tiempo que aclara que junto a sus compañeros esquilará alrededor de un millón de ovejas esta campaña, repartidas por Castilla y León, Portugal, Extremadura o País Vasco. «Estamos unas 50 personas, y aunque cada año esquilamos más ovejas, tampoco merece la pena que sean muchas más».
Hace dos años, con motivo de la falta de movilidad derivada de la pandemia, la sociedad en general pudo comprobar que sin la mano de obra que llega, principalmente, de Uruguay, pero también de Hungría o Polonia, esta tarea necesaria para mantener el bienestar animal de la cabaña, sería imposible llevarla a cabo.
«El 80% de la gente que está esquilando son uruguayos», explica Ignacio, «nosotros también tenemos algún polaco y ucranianos» y rápidamente matiza que se trata de profesionales que desde hace años tienen pasaporte húngaro y recalan cada campaña procedentes de ese país.
En España en 2020, se esquilaron 12,45 millones de ovejas, el 18,6% de la lana salió de Castilla y León, el equivalente a 2,3 millones de ovejas. Los datos hablan de un retroceso continuo de la cabaña de ovino, pero los profesionales no necesitan mucho más que la mera observación, «se nota mucho en Salamanca, yo creo que donde más, pero también en Ávila o Palencia vemos muchísimas explotaciones que ya no están o pueblos donde antes esquilabas 3.000 y ahora son 200».
El coste de esquilar una oveja supone para el ganadero una media de 1,50 euros, y cada esquilador pela a diario una media de entre 150 y 200 ovejas. Quizá aparezcan ofertas más bajas en cuanto a precio, pero Ignacio pone el acento en la necesidad de que todo el mundo desarrolle el trabajo dentro de la legalidad, algo que su empresa lleva a rajatabla y que no todo el mundo entiende. «Si en España se esquilan 13 millones de ovejas y solo se facturan tres millones, ¿quién esquila las otras? Los ganaderos se tienen que concienciar que toda la gente que vaya a su casa tiene que estar legal».
Desde Uruguay
Luis Díaz participa en la 'cosecha del vellón' en España desde hace seis años y cuando regresa a su país, Uruguay, sigue desempeñando esta misma tarea. «En España se hacen buenas campañas, nos dedicamos a esto todo el año, y aquí tengo previsto estar tres meses».
Asume que el cansancio físico es «constante» y a medida que van pasando los días «se empieza a acumular, pero estamos muy acostumbrados».
Aprendió el oficio con 15 años, y hay compatriotas suyos que aparecen cada campaña en España desde hace casi 20 años. «Calculo que venimos unos 400 esquiladores, en Uruguay hay muchos, y otros van a Estados Unidos u otros países».
En relación a la práctica del esquileo aclara que «no todas las ovejas se esquilan igual, unas las tienes en un minuto y otras tardas cinco». La técnica que utilizan se conoce como 'Tally Hi', no atan a las ovejas para pelar al animal como se hacía en otros tiempos, lo que se traduce en una mayor tranquilidad para el animal y que se obtenga una mejor calidad en el vellón.
Sin precio para la lana
Uno de los lugares en los que Luis está esquilando este año es la localidad vallisoletana de Pollos, donde los hermanos Carlos y Fernando García Hernández (Agropecuaria Banejo), defienden una explotación de 2.400 ovejas de leche.
Fernando calcula que en un par de días estará todo el ganado listo y valora el buen trabajo de estos profesionales que «ni atan, ni cortan mucho, lo hacen bien».
Sobre la salida de la lana de sus ovejas cada año se muestra más temeroso pues «la lana sale sin precio, prácticamente te la retiran por nada, pero no queda más remedio porque si no, a ver qué haces con ella».
Este profesional no deja pasar la oportunidad de destacar el momento que vive su sector, «este mes pasado hemos cobrado la leche a 13,50 pesetas sobre extracto quesero y el mes pasado a 14». El extracto quesero se considera como la suma del contenido de la grasa y la proteína que contiene la leche y se pone como referente a la hora de cerrar el precio en un sector, que todavía habla en pesetas. Dicho de otro modo, los ganaderos pueden estar cobrando de media unos 0,80 euros/litro.
«El pienso no ha dejado de subir, y lo que hace un año pagabas a 220 euros/tonelada, ahora me lo acaban de descargar a 390 euros», asegura. Lamenta la situación que están atravesando, con unos sobre costes que no se traducen en el precio de la leche, «y no es que los industriales estén a pérdidas, es que no quieren perder beneficios a cambio de nuestras pérdidas».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La bodega del siglo XIV que elabora vino de 20 años y el primer vermut de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.