El PSOE ganaría las elecciones en Castilla y León, pero el gobierno dependería de pactos

Según esa encuesta, Ciudadanos adelantaría a Podemos como tercera formación más votada en Castilla y León, con el 13,9% de los votos y entre 10 y 13 escaños. Esto significa que, en el peor de los escenarios, Francisco Igea duplicaría la representación de la formación naranja en el hemiciclo regional al pasar de los cinco actuales a los diez que les da el CIS.

En el caso del partido del círculo que lidera Pablo Fernández, el apoyo recibido se situaría en el 11,3%, lo que traducido a bancos en la Cámara autonómica les dejaría en ocho, dos menos de los que consiguieron en los comicios anteriores.

Vox adelantaría posiciones también al recibir el 3,8% de los sufragios, que es el mismo porcentaje que IU-En Marcha, que podría quedar relegada al quinto lugar en el ranking de apoyo a los partidos. En ambos casos, el CIS duda entre si alguna de estas dos formaciones se haría con un escaño en el hemiciclo. A quien sí que se lo otorga es a los leonesistas de UPL, con el 2,7% de los escaños.

A tenor de las previsiones del CIS, el número de escaños que obtiene cada partido complica los pactos para formar gobierno y, solo teniendo en cuenta la cifra más alta de la horquilla tanto el PSOE como el PP podrían gobernar pactando con Ciudadanos. El ejemplo más holgado sería el de los socialistas que sumarían los 31 escaños que obtendría Tudanca a los 13 de Igea y el resultado superaría la mayoría absoluta de los 41 que se necesitan puesto que las Cortes han reducido el número de procuradores, como consecuencia de la pérdida de población, y el 26 de mayo se elegirán en la comunidad a 81 parlamentarios. El pacto de los socialistas con Podemos no sería suficiente para gobernar.

Si el PP de Alfonso F. Mañueco pactara con Ciudadanos, la suma de los 29 escaños populares y los 13 de los naranjas, aportaría 42, superando en 1 los 41 necesarios para formar gobierno. Y en caso de que Vox entrase en el parlamento permitiría repetir en Castilla y León el pacto andaluz, aunque en esta ocasión no serían tan necesarios.

La muestra que ha tomado como referencia el CIS en Castilla y León se basa en 1.600 encuestas realizadas entre el 21 de marzo y el 23 de abril -antes de las Elecciones Generales del 28-A-, con un margen de error del 2,5 por ciento. Llama la atención el elevado número de indecisos que todavía no saben a quién votarán dentro de dos semanas (el 27,8% de los encuestados) mientras que uno de cada diez tiene decidido que se abstendrá.