Padres y madres de Castilla y León reclaman enfermería escolar y denuncian el «fracaso» de la enseñanza on-line

La elaboración de «protocolos concretos» más allá de recomendaciones higiénico-sanitarias generales, unido a más inversiones y recursos para garantizar la seguridad en las aulas con medidas como un servicio de enfermería escolar, han exigido este miércoles a la Junta de Castilla y León en una rueda de prensa.

«La educación online ha sido un fracaso absoluto. Fue una solución de urgencia porque no quedaba más remedio pero hemos detectado muchas carencias a nivel formativo por parte de los alumnos, profesores y familias», ha analizado el presidente de la Confederación de Federaciones de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Castilla y León (Confacapal), David Moya.

La enseñanza a distancia, durante el último trimestre del pasado curso debido a la pandemia, «no funciona y además hay familias con problemas y niños en contacto con personas vulnerables», ha añadido antes de abogar por una educación presencial como un elemento «fundamental e insustituible, un derecho fundamental de las personas».

David Moya se ha referido también a la necesidad de ayudas y de más medidas para la conciliación familiar y laboral de los progenitores con hijos contagiados por el virus a los que deban cuidar en casa, entre ellas la de «facilitar el teletrabajo».

«Las familias hemos sufrido mucho durante estos seis meses con el confinamiento en casa. Esto se va alargando y necesitamos un apoyo mucho más firme por parte de las administraciones», ha añadido el presidente de Confacapal, mientras que la presidenta de la Federación Católica de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Fecampa), Ángela Melero, ha recordado que la conciliación «se ha llevado a cabo con los recursos de las familias».

Ante la posibilidad de que algunas familias se nieguen a llevar a sus hijos a los colegios e institutos, Melero ha entendido esta postura porque hay alumnos con patologías que pueden agravarse con un contagio e incluso padres y madres enfermos de gravedad que no pueden exponerse. «No existen medidas claras y específicas. Queremos clases cien por cien presenciales pero con garantías», ha insistido la presidenta de Fecampa.

En el caso del servicio de enfermería escolar, el presidente del Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León, Alfredo Escaja, ha compartido esta inquietud con las asociaciones de padres y madres de alumnos, convencido de que la educación en la salud debería figurar en el currículo de la enseñanza obligatoria.

Escaja ha rechazado el argumento de la Consejería de sanidad, según sus palabras, de que no existe un número suficiente de profesionales en Castilla y León para habilitar un servicio «que no sería presencial de forma continuada», sino coordinado a través de un sistema telefónico para actuar ante cualquier incidencia.

Este método reduciría el número de enfermeras necesario en Castilla y León para atender ese servicio, en torno a noventa según sus cálculos para su distribución en las nueve provincias de la comunidad autónoma, es decir sesenta más de las treinta actualmente vinculados al sistema educativo, la mitad de ellas en colegios de Educación Especial, ha precisado.

«No es verdad que no haya enfermeras en Castilla y León. Las hay y suficientemente preparadas, lo que pasa es que aquí cobran un sueldo de miseria en contratos de corta duración, por lo que deciden marcharse a otras comunidades autónomas», ha reflexionado.

Alfredo Escaja, antes de concluir, ha insistido en el sistema de coordinación telefónica como una forma de combatir el argumento de que «no hay dinero» para una enfermería escolar que estaría en contacto con los servicios de Atención Primaria de cada territorio: «que no se ponga como disculpa la falta de presupuesto», ha remachado.