La noche en la que El Espinar parecía la Gran Vía madrileña

El auditorio Gonzalo Menéndez Pidal vivió una noche llena de glamour, similar a la de cualquier sala de la Gran Vía madrileña. Fueron dos horas llenas de ritmo en las que la atención no decayó en ningún momento. Jaime Pujol, Diego Braguinsky y Francis J. son los padres de un guión que hace guiños a otros musicales como ‘Mary Poppins’, a los siempre coreados ‘Village People’ o a Dustin Hoffman en ‘Tootsie’. En este caso, es una mujer la que se hacer pasar por hombre para poder actuar en un musical en el que ha sido rechazada, pese a haber demostrado su calidad, por tener 40 años. Eso hace que la representación también tenga un carácter reivindicativo para criticar las barreras de la edad que existen en una sociedad que no lleva bien las canas y las arrugas.

Solange Freyre se pone en la piel de Gloria, que transmite al espectador su deseo de llegar a cumplir sus sueños como actriz y cantante salvando las trabas de la forma más imaginativa. De hecho, el final del espectáculo es sorprendente. Sobre el escenario, Freyre está acompañada por un gran elenco de artistas, que van dejando momentos llenos de humor, magia y originales diálogos. También destaca la puesta en escena, original y novedosa, que ayuda a mantener el ritmo de las distintas escenas y a ambientar las actuaciones musicales. El patio de butacas lleno fue el mejor reconocimiento al estreno de ‘La Cantante’.