Poco ha durado la tregua de la pandemia, apenas tres días seguidos. Ayer repuntó; pero este retroceso tampoco implica que la tendencia general siga perdiendo velocidad la próxima semana. Está por ver. Lo cierto es que la movilidad de las Navidades y las celebraciones familiares, ... los niños en casa y las pocas restricciones –ni siquiera mascarillas en los más pequeños– ya han dejado ver sus efectos animados por la muy transmisible Ómicron. Y desde que comenzaran las clases, el pasado día 10 de enero, cerca de un millar de escolares se ha contagiado, 955 concretamente en la región. Es al menos el número que cuenta con una prueba de infección activa porque al cursar en general de forma asintomática en los más pequeños, es difícil descubrir estos casos y más cuando el rastreo sanitario ha desaparecido ante la imposibilidad de mantener la trazabilidad con una AtenciónPrimaria desbordada.
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La primera semana dieron positivo 287 alumnos; pero entonces ni un solo profesor, según los datos de la Consejería de Sanidad. Esta segunda ha hecho más que duplicarse hasta los 668 niños positivos y 32 docentes. Unos datos que han obligado a poner en cuarentena 307 nuevas aulas, que se suman a una más que sigue activa. Los menores han llegado a clase vacunados hasta un 36% entre los 9 y los 11 años al comenzar el trimestre y un 66% lo está en la actualidad; aunque todos, de momento, con una sola dosis y su protección tarda una semana en tener algún valor y dos en ser representativa realmente. Por encima de estas edades y hasta terminar la etapa escolar, la cobertura es ya del 90% con pauta completa.
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La incidencia en los colegios se disparó, como en población general, desde en torno al día 10 de diciembre y comenzaron las vacaciones con 357 aulas en cuarentena. Ahora son ya más de trescientas, concretamente afecta a 23 grupos de Ávila, 28 aulas en Burgos, 54 de León, 15 en Palencia, 38 de Salamanca, 34 en Segovia, 11 de Soria, 83 en Valladolid y 21 de Zamora. Los equipos Covid-colegios están realizando pruebas diagnósticas a alumnos y profesores que hayan mantenido contacto estrecho con los casos positivos. La jornada de ayer no fue buena. Castilla y León tuvo que volver a lamentar un altísimo número de decesos. Los hospitales registraron 21 fallecimientos de nuevo, por tercera vez en una semana en la que el martes y el jueves sumaron el mismo dato.
La Consejería de Sanidad notificó ayer 7.825 nuevos contagios frente a los 5.494 del jueves, un 42,4 % más; pero menos que hace una semana. Por su parte, las residencias registraron tres decesos en sus propias instalaciones desde el pasado martes y son seis más que el viernes pasado.
La incidencia quincenal rompió ayer el camino a la baja de los últimos tres días con un incremento de la tasa acumulada hasta los 4.406,21 casos por cien mil habitantes, frente a los 4.239,53 de la jornada previa. No obstante, la contabilidad semanal bajó y pasó de los 1.964,22 positivos del jueves a los 1.842,61 de ayer. La positividad bajó al 36%.
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En cuanto a la ocupación hospitalaria, la comunidad no experimentó cambios y se mantuvo en el 13,78%. En las unidades de críticos, las camas ocupadas por pacientes con coronavirus supuso el 28,35%, apenas unas décimas menos. Ayer, los complejos asistenciales atendían a 824 enfermos de coronavirus en planta y 110 en las UCI.
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