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Hasta hace apenas unas horas, Castilla y León era la comunidad donde más de dos mil personas habían perdido la vida por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, la aparición de un nuevo parámetro en la tabla de cifras, de acuerdo a la 'desclasificación' ... obligatoria promulgada por el Gobierno, por la que pedía a todas las comunidades que le remitieran los datos de residencias de mayores, ha incrementado de forma notable el número de fallecidos.
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Este nuevo cariz elevó la estadística de muertos, no porque antes no existieran, sino porque ahora aparecen en los datos oficiales de Castilla y León, Madrid, Andalucía...Fueron este sábado las consejerías de Sanidad y Familia de la Junta las que desvelaron esas cifras, con el foco en las 438 personas muertas en los centros de mayores con COVID-19, así como otros 992 residentes con la sintomatología de la enfermedad que también perecieron, pero a las que no se les hizo el test.
Se trata de un nuevo desglose con la mortalidad, que certifica el drama en los geriátricos, y que revela que el 50% de las víctimas de la pandemia han perecido en estos centros, y que los fallecidos procedentes de las residencias o residentes son casi dos tercios en la comunidad.
Casi tres mil castellanos y leoneses han perdido la vida desde el inicio de la crisis sanitaria, con la oficialidad de los 1.458 fallecidos en los hospitales, de acuerdo a Sanidad; y los confirmados con test positivos (438) y sintomatológicos (992), que fallecieron en residencias, para dejar el triste balance en 2.888 muertos.
Nuevos números y cifras que aparecen después de más de un mes del decreto de estado de alarma, y de usar como único parámetro el acta de fallecidos de los hospitales, a los que también se podrían sumar a corto plazo otros, como, por ejemplo, las personas que han muerto en sus domicilios, como el caso de la joven doctora de Salamanca, Isabel Muñoz, quien falleció en su casa después de autoaislarse.
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En ese vaivén de las últimas horas entre consejerías –con el Gobierno Central de fondo– también existe otro número que la Consejería de Familia facilita y que suscita preguntas. Sesenta residentes pertenecientes a centros de mayores con la sintomatología del coronavirus han fallecido en hospitales, sin que Sanidad los incluya en sus actas y que no están incluidos en los 2.888 fallecidos antes mencionados. Se trata de un nuevo parámetro que revela que los números absolutos aún no son tales, aunque la «fiabilidad» cada vez sea más elevada, debido «a un mayor control» en las residencias, como explicó la consejera de Sanidad, Verónica Casado, en su comparecencia diaria.
La consejera confirmó que desde el Gobierno autonómico siguen realizando en estos momentos pruebas en estos centros, y que se han evaluado el 74% de estos complejos asistenciales en la comunidad, alcanzando el 96% en el caso de las residencias que han presentado «algún positivo». De ahí también la inclusión en los datos globales, y cuyo control permitirá previsiblemente que en los próximos días, la cifra de víctimas baje en estos centros en detrimento de los hospitales a los que se traslada a las personas más graves.
Por ejemplo, en la jornada de este sábado cuatro residentes de centros dependientes de la Diputación de Valladolid fueron hospitalizados en centros sanitarios de la capital.
Con el foco en las residencias, el Ejecutivo Central no ha dado aún los datos oficiales de fallecidos en los geriátricos del país, pero estima que son más de 12.000, entre los que se incluyen los aproximadamente más de 1.500 de Castilla y León.
La recopilación de los datos de los centros de mayores y su uso no solo ha creado suspicacias o vaivenes en las cifras de víctimas en España. Alemania, uno de los países hacia los que todo el planeta observa debido al control de la curva de contagio y fallecidos, no ofrece datos de muertos en las residencias de ancianos, como reconoció ayer su ministro de Sanidad.
A falta de una estadística a nivel federal sobre el número de muertes, son los diferentes distritos los que van informando sobre los nuevos focos de contagios en estos centros. Así, por ejemplo, en Zwönitz, en Sajonia, hasta el pasado martes 55 de los 85 residentes de un centro de mayores dieron positivo por coronavirus, de los cuales diez murieron, mientras en Langenzenn, en Baviera, trece ancianos de entre 79 y 93 años murieron en una residencia en la que se confirmaron 97 contagios.
Un ejemplo distinto de la forma de afrontar los números de una crisis para la que este sábado se sumaron dos nuevas semanas de confinamiento, hasta el 9 de mayo, tras la intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que a falta de datos absolutos sobre los fallecidos en residencias, sí dedicó parte de su discurso a los pequeños de la casa, a los que aliviará la cuarentena desde el próximo 27 de abril. Serán los más jóvenes los que puedan salir a la calle «con supervisión», y de acuerdo a unas normas que se «especificarán en los próximos días», aseveró Sánchez, quien este domingo volverá a hablar con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, con el foco de nuevo en la forma de frenar esos 'nuevos' tres mil fallecidos en la comunidad.
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