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La Junta de Castilla y León tuvo noticia el pasado mes de octubre de las prácticas brutales denunciadas este miércoles en un vídeo por la ONG Equalia en el matadero de Riaza (Segovia). Los inspectores regionales ya detectaron entonces el incumplimiento de los ... requisitos sobre bienestar animal que tiene establecida la comunidad autónoma y se inició un procedimiento de instrucción que puede derivar en una sanción grave, con hasta 100.000 euros de multa para el matadero y las dos personas implicadas. Así lo ha confirmado este jueves la consejera de Agricultura y portavoz de la Junta, Milagros Marcos.
«Inspeccionamos todos los matadores, y este en concreto, desde la semana del 20 de octubre. Se enfrenta a una sanción importante que puede llegar a los 100.000 euros. Con vídeo o sin él, ya estaba detectado, ya estaba la notificación y el proceso de instrucción. Por un lado para la gestora y por otro para las dos personas que aparecen haciendo este tipo de actividades al margen de lo que debe ser función y de lo que está protocolizado en los criterios de bienestar animal de la Junta de Castilla y León. Se analizan las posibles vías», ha señalado Marcos.
La portavoz de la Junta ha insistido en que «el expediente está abierto y notificado». «Ahora hay un procedimiento de instrucción, en el que el instructor determinará los cargos. Es una sanción muy grave que puede llegar a los 100.000 euros. Esto no puede quedar impune. No es el procedimiento habitual [del resto de mataderos], ni muchísimo menos. Es un hecho puntual, excepcional y en contra del procedimiento previsto».
La ONG Equalia denunció públicamente la «extrema brutalidad» con la que son tratados los animales en este matadero mediante un vídeo difundido por la organización y presentado por la actriz Emma Ozores en el que se impulsa una campaña de recogida de firmas para solicitar la implantación de cámaras de videovigilancia por ley en todos los mataderos españoles, informa Europa Press.
En el vídeo aparecen trabajadores del matadero que «golpean, aplastan, abofetean o lanzan» los corderos, además de provocar «el peor sufrimiento» al no utilizar siempre las pinzas de aturdimiento que son necesarias para causar el menor dolor al animal antes de ser degollado, según consta en la denuncia de Equalia.
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