Una marcha en favor del pueblo saharaui recorrerá Castilla y León desde el día 11 al 16 de junio

«Las asociaciones de amigos del pueblo saharaui queremos que nuestra implicación no sea solo solidaria, sino que también tenga influencia política, para intentar presionar e influir en el Gobierno, y que no se mantenga este divorcio entre la opinión mayoritiaria sobre el Sahara y la postura de los gobernantes«, asegura Laura Colmenero, de la asociación Espisahara, un de las trece que existen en la comunidad.

La idea de la marcha nació de una colaboradora de Albacete, María Porcel, quien «lanzó la idea», recogida luego desde varias comunidades. Ya están en marcha las columnas que parten de Andalucía y Valencia. La que atravesará Castilla y León «recogerá a los participantes que vengan desde Cantabria, Navarra, La Rioja y Aragón«. El día 12 llegará a Lerma, el 13 hará parada en Aranda, el 13 en Segovia capital y el 15, en El Espinar, antes de llegar el día 16 al Alto del León, donde se entregará un «relevo simbólico» con la columna madrileña. «La intención es llegar el día 18 a Madrid, donde confluirán todas las marchas», explica Colmenero.

Además, de forma complementaria, habrá marchas más pequeñas en Miranda de Ebro (el día 6), entre Salamanca y Santa Marta (el día 12), con recepciones en Valladolid (día 14) y Ávila (día 15). «Es una forma de dar visibilidad a la lucha del pueblo saharaui», indican los convocantes de la marcha.

«Queremos hacer llegar nuestro sufrimiento a la opinión pública», asegura Mohamed Labat, delegado saharaui en Castilla y León, quien critica el «ruido y la propaganda de Marruecos». «Durante los últimos días hemos visto un montón de chantaje y una presión a España por parte de Marruecos. La excusa ha sido la atención humanitaria en Logroño del presidente del Frente Polisario, pero la realidad es que quieren obligar al Gobierno español a que reconozca la supuesta soberanía de Marruecos en el Sáhara. Y para ello, utilizan el chantaje, se ha visto. Marruecos es capaz de sacrificar vidas y niños si eso beneficia a su política exterior. Y se chantaje lo pueden ejercer de otras formas, con el hachís, las drogas, las fronteras, las aguas en Canarias...«. »España, como potencia administadora del Sahara, tiene que intervenir para garantizar una solución pacíficia y definitiva a través de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas«, concluyó Labat.