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En este escenario, es lógico que la toma de posesión de ... Alfonso Fernández Mañueco como presidente de la Junta de Castilla y León atraiga las miradas sobre Castilla y León. Porque es el primer Gobierno autonómico PP-Vox, con sus consejerías compartidas, su acuerdo programático y su punto de incomodidad para el nuevo líder del PP, que ha rellenado la agenda de este martes con la misma celeridad con la que los consejeros de su partido vaciaron la de este lunes. Ni un solo acto público de los consejeros en funciones ni de Fernández Mañueco, no sea que una frase desafortunada o un mal lance complicaran más aún el martes. A las 12 del mediodía, Mañueco tomará posesión por segunda vez como presidente de la Junta, sin que se hayan cumplido aún tres años desde que lo hiciera como debutante. A las 13:30 ofrecerá una rueda de prensa en la que desgranará los nombres de su equipo de Gobierno.
De los doce escogidos se conocen ya el del presidente, obvio, el de su vicepresidente, Juan García-Gallardo, y sus tres consejeros-Vox, Gerardo Dueñas, Gonzalo Santonja y Mariano Veganzones. Faltan siete consejeros-PP, de los que, en aras de la paridad, debería nombrar al menos a tres mujeres. Eso es lo que puede condicionar más o menos un listado en el que se espera continuidad. Y eso es mucho decir. Carlos Fernández Carriedo acumula catorce años como consejero; Juan Carlos Suárez-Quiñones ya lleva siete años. Rocío Lucas, que solo es consejera desde 2019, ha sido gerente del Servicio Público de Empleo y viceconsejera de Función Pública desde el año 2011. Jesús Julio Carnero llegó a la Consejería de Agricultura en 2019 tras ocho años como presidente de la Diputación de Valladolid. La zamorana Isabel Blanco y el burgalés Ángel Ibáñez son consejeros desde 2019. Y Alejandro Vázquez apenas suma cuatro meses tras relevar a Verónica Casado en Sanidad.
Visto así parece una toma de posesión 'de carril', apta para castellanos y leoneses e inadvertida para el resto del mundo. Pero eso era antes. Cuando las autonómicas de aquí se entremezclaban con las de toda España. Cuando el Gobierno de la Junta era monocolor y no mezclaba con el verde Vox, que es la amenaza electoral, paradójicamente, para el PSOE y para el PP. Así que el acto protocolario, al que seguirá un día más tarde la toma de posesión de los consejeros, ha levantado una expectación inédita. 110 periodistas de 40 medios de comunicación y 250 invitados, según la nota de prensa enviada por las Cortes de Castilla y León.
En esa lista son tan relevantes las presencias, sin embargo, como las ausencias.
No estará Alberto Núñez Feijóo, nuevo líder del PP. Sí estará Cuca Gamarra, su número 2.
Habrá una ministra del Gobierno, la de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría. Y la delegada del Gobierno, Virginia Barcones. Lo normal hubiera sido contar con la presencia de la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, pero compatibiliza este cargo con la portavocía del Ejecutivo y hoy tiene que comparecer en rueda de prensa tras la reunión semanal del Consejo de Ministros.
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Vox no ha comunicado la presencia de ninguno de sus pesos pesados. Fuentes cercanas aseguran que acudirá Iván Espinosa de los Monteros, que tiene, además, una charla en el club Santiago Alba por la tarde. Y que repetirá visita Santiago Abascal, que ya acudió a la investidura.
Y estará Isabel Díaz Ayuso. La dirigente que animó a los suyos a pactar con Vox. «Que no nos importe lo que opine la izquierda». Si Feijóo ha tendido un eje Galicia-Andalucía, Isabel Díaz Ayuso partirá del centro, con la conquista del PP de Madrid, y empieza ya a tejer alianzas con otros damnificados de las primeras decisiones del nuevo líder, como Castilla y León. Mañueco ya buscó la ayuda de la presidenta madrileña en la recta final de la campaña electoral. Contó con su presencia en Burgos y en Valladolid. «Me dicen que me parezco a Ayuso. ¡No voy a parecerme a Emiliano García Page!», bromeaba el salmantino en sus últimos mítines.
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Feijóo y su equipo trataban de restar importancia a la ausencia del líder. La economía es lo primero, dijeron. En la praxis, es una reunión con sindicatos y patronal. El PSOE no dejó pasar la ocasión. «Quiere dar la sensación de que rechaza el pacto de Mañueco con la ultraderecha, pero no acudirá mañana porque, en realidad, a quien rechaza es al señor Mañueco», atizó Patricia Gómez Urbán.
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