Secciones
Servicios
Destacamos
«La consulta telefónica es un verdadero acto médico». El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, empleó esa rotundidad para responder a la exigencia del socialista Luis Tudanca de normalizar la atención presencial. Sobre todo en los consultorios de ... los pueblos. El dirigente del PP forzó su argumento y fue un paso más allá. La atención a pacientes por teléfono en situación de pandemia, dijo, «salva vidas», porque «evita contagios en las salas de espera».
La de ayer por la tarde fue una sesión de control áspera. A esas vidas que salva la consulta teléfónica que esgrimió Mañueco, Tudanca contrapuso el coste de la desatención que supone tener que efectuar «decenas de llamadas» para intentar contactar con el centro de salud por parte de vecinos de localidades que «llevan meses sin ser atendidos» cara a cara. Y Pablo Fernández, procurador de Podemos y portavoz del Grupo Mixto, recordó al presidente de la Junta los casos de tres mujeres que han fallecido de cáncer durante la pandemia sin lograr ver a su médico de Familia.
El político morado expuso ante un hemiciclo semivacío para guardar distancias, y con los consejeros de la Junta esperando en una sala vecina el momento de acceder para responder a su pregunta, el caso de Barcones. Es un pueblo de Soria, dijo, en el que sin internet, sin cobertura de móvil ni servicio de telefonía fija se atiende a sus vecinos por consulta médica telefónica. El colmo, precisó.
«Insúlteme si quiere, me da igual, pero rectifique, diga cuándo, cómo y de qué manera van a recuperar la atención presencial», insistió el portavoz del PSOE, que tildó de «absoluta vergüenza» que Alfonso Fernández Mañueco hubiera anunciado horas antes el cierre de la hostelería y los centros comerciales sin informar previamente a los portavoces parlamentarios. «Por responsabilidad hemos compartido con usted el coste (político) de aprobarle medidas, aunque no estuviéramos de acuerdo. ¿Hasta cuándo abusará de nuestra paciencia?», reprochó Tudanca. El socialista arremetió contra la no gestión de la pandemia que, a su juicio, encarna Fernández Mañueco. «Siete meses y no han puesto en marcha ni un euro de las ayudas comprometidas», subrayó.
El presidente de la Junta rebatió ese argumento eligiendo avales próximos a la oposición: los sindicatos UGT y CC OO, que acaban de firmar el preacuerdo de un plan de reactivación económica, y el ministro Salvador Illa, que hace poco más de una semana visitó Castilla y León y alabó el proceder del Gobierno autonómico. «Llámele y le pregunta si soy un presidente responsable o no», retó el dirigente del PP a Luis Tudanca, tras darle un consejo: «No puede utilizarse la sanidad como ariete político».
Alfonso Fernández Mañueco cerró debate con el socialista y lo abrió con el podemita, al que el dirigente del PP equiparó al enanito gruñón de Blancanieves. Pablo Fernández le había echado en cara el agotamiento de unos sanitarios públicos para los que no hay recambios «por las condiciones leoninas y precarias» que ofrece la Junta de Castilla y León y el presidente anotó que hay 3.500 profesionales más que antes de la pandemia y que la Consejería de Sanidad lleva empleados 900 millones más de los previstos.Entre otras cosas en la ampliación de UCI, la compra de fármacos y el acopio de equipos de protección.
La sesión prosiguió en modo correoso, con el vicepresidente de la Junta dudando de la capacidad de entendimiento de los procuradores socialistas. «Donde no hay mata no hay patata», les dedicó Francisco Igea en una pregunta de 'control' planteada desde su propio grupo por la procuradora Marta Sanz. Crítica nula y lucimiento del preguntado. Hubo respuestas dolidas, principalmente de las consejeras de Familia y Sanidad, y preguntas sentidas. Alba Bermejo, procuradora de Cs por Palencia, apenas pudo retener las lágrimas al interpelar a la consejera Ana Carlota Amigo por el Plan de Choque por el Empleo. Es titular de un albergue y un restaurante en la localidad de Ledigos y confesó que a ella la covid le va a obligar a «bajar la verja» de su negocio.
El momento más tenso entre Alfonso Fernández Mañueco y Luis Tudanca se produjo en el cierre del debate cuando este ya no podía replicar. El dirigente del PP equiparó a los protagonistas de los altercados de la noche del viernes en Burgos con la protesta vecinal que en enero de 2014 frenó la reforma del bulevar del barrio burgalés de Gamonal. Fernández Mañueco acusó a Tudanca de tachar de alborotadores a los del fin de semana y mostrar su apoyo a los «vecinos de hace años», y hacer esta diferenciación atendiendo a colores políticos. En 2014 el PP gobernaba el Ayuntamiento, la Junta y el Gobierno central, y este último ahora es del PSOEy Unidas Podemos.
Las protestas en la bancada socialista obligaron a Luis Fuentes a reiterar las llamadas al orden y a apercibir a dos de los procuradores del grupo que encabeza Luis Tudanca. Fue Virginia Barcones, viceportavoz de Grupo Socialista, la que replicó al presidente en la siguiente pregunta. Le acusó de «criminalizar a la gente honrada de Gamonal, ya le gustaría a usted parecerse un poquito a ellos», zanjó.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.