Secciones
Servicios
Destacamos
Por momentos, Alfonso Fernández Mañueco fue un remedo del Julio Anguita (IU) de los noventa, el que anteponía el «programa, programa, programa» a cualquier otra cosa. Con dos matices. Que el diálogo de programas entre el PP y Vox es desigual, porque los de ... Santiago Abascal apenas presentan diez puntos genéricos y el del PP contenía 128 páginas con mil medidas, al margen de que uno de los puntos del ideario de Vox hablan de «frenar» políticas «progres» que en Castilla y León ha promulgado el PP. El otro matiz relevante es el temporal. El día 10 de marzo se constituyen las Cortes de Castilla y León y hay seis puestos por decidir, los de la Mesa de las Cortes. Es decir, el órgano de gobierno del parlamento. Vox, que dice querer el mismo trato que se le dispensó a Ciudadanos, quiere representación en la Mesa. Y Ciudadanos, recuerdan, preside las Cortes con Luis Fuentes. Y el PP apuesta por proponer su propia candidatura.
«Primero, el programa, las personas, la gente de Castilla y León, sus problemas y aportar soluciones, estamos en esa fase, no en la de hablar de sillones ni de cargos. Y tenemos un punto de partida, que es el programa del PP», defendió Mañueco. Y se atrincheró en esa sentencia para no dejar ni una pista de qué puede llegar a ofrecer a Vox para conseguir ese Gobierno «estable» que solo le garantizan los 44 escaños que suman ambas formaciones, 31+13.
«Soy optimista», decía Mañueco. Pero en su desgranar programático hay motivos para los desencuentros con su posible nuevo socio. «El programa del PP, el completo programa del PP y los principios que nos rigen, es el inicio del proceso de diálogo y de negociación. Nuestra apuesta por el autonomismo útil, la integridad territorial de la comunidad autónoma, equilibrio y cohesión de Castilla y León, la apuesta por Castilla y León y Europa y la defensa firme de la igualdad social, laboral y de oportunidades». Solo en ese párrafo aparecen una relación con Europa que Vox quiere redefinir, porque no es partidario de las cesiones de soberanía que todos los estados miembro han acatado; una «igualdad social» que desemboca en discriminación positiva de algunos sectores vulnerables que Vox rechaza; y el autonomismo útil. Un autonomismo que choca frontalmente con lo que Vox considera que debe ser la organización territorial de España, más basada en las provincias y en la recentralización de competencias que en las autonomías.
Estas desavenencias programáticas deberán pulirse en un tiempo récord si no se quiere llegar a la constitución de las Cortes sin un acuerdo previo con Vox, aunque las consejerías y funciones se acaben de repartir con posterioridad, dado que hay un plazo de dos semanas entre la primera sesión y el Pleno de investidura. Dejar a Vox fuera de la Mesa, algo que está en la mano del PP si alcanza un acuerdo con Soria ¡Ya! sería un órdago ante el que la respuesta de Vox es imprevisible. «No soy persona de poner etiquetas a formaciones políticas ni a personas, mi objetivo y el mandato de las personas de Castilla y León es conseguir un acuerdo y estabilidad», respondió Mañueco cuando se le preguntó si se sentía cómodo pactando «con la extrema derecha». Pero acercar posturas no será fácil. Quedó claro después, cuando se le cuestionó por la polémica suscitada por el portavoz andaluz de Vox en torno a los refugiados ucranianos, que dijo que deberían quedarse «en los países de su entorno» para poder retornar a sus casas al acabar el conflicto. «Queremos ser una tierra solidaria. Vamos a estar al lado del Gobierno en las decisiones que adopte y como Gobierno autonómico tenemos una respuesta respecto a poner recursos en el ámbito sanitario o de acogimiento familiar o educativo, por supuesto».
La primera ronda de negociaciones ha servido sobre todo para descartar opciones y para situar la negociación en su término justo. El PP solo tiene dos posibles socios claros: Vox y Soria ¡Ya!. Los primeros tienen la fuerza de 13 escaños. Los segundos, tres, suficientes para superar con éxito la constitución de las Cortes, pero no para establecer un Gobierno estable. «En esta primera ronda se han autodescartado PSOE, Podemos, Por Ávila y Ciudadanos. Continuamos el proceso con quienes hemos convenido seguir dialogando para formar programa de Gobierno», anunció Mañueco. UPL está abierto a acuerdos puntuales, pero es evidente que su primer punto, la autonomía de la Región Leonesa, es inaceptable para los populares. Mañueco eludió hablar de cargos en todo momento, y aseguró que al acabar la rueda de prensa telefonearía a ambas formaciones para fijar un segundo encuentro.
Mientras, el PSOE se reunirá este jueves con los representantes de Soria ¡Ya! que son, ahora mismo, los que pueden tener la llave de la Presidencia de las Cortes. Si el PP no alcanza un acuerdo con Vox, necesitaría el concurso de los tres apoyos de los sorianos para evitar que una alianza de los socialistas con el resto de formaciones le dejaran sin el máximo cargo en el parlamento autonómico.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.