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Carlos Menéndez y David Hierro, portavoces de Vox. Al fondo, los dos no adscritos, Javier Teira y Ana Rosa Hernando, con un ramo de flores entregado por concejales burgaleses y salmantinos de la formación. Rodrigo Jiménez
Mañueco disfruta de las fracturas ajenas en el Pleno de las Cortes
Castilla y León

Mañueco disfruta de las fracturas ajenas en el Pleno de las Cortes

Vox escenifica su crisis con el apoyo de concejales de Burgos y Salamanca a los expulsados y Carlos Martínez (PSOE) sigue la intervención de Luis Tudanca desde la cuarta planta

Antonio G. Encinas

Valladolid

Martes, 11 de febrero 2025, 19:39

A Alfonso Fernández Mañueco, presidente con 31 procuradores, sin presupuestos, con las elecciones a un año vista, no se le podía presentar una situación más cómoda. Paradójicamente. Un Pleno de batín y pantuflas. Enfrente, un portavoz de salida con un nuevo jefe que observaba el show desde un despacho de la cuarta planta. A la derecha, un portavoz de entrada con un partido asediado por las vías de agua. Para comprobar la situación de cada cual bastaba con observar, primero, el crono. A Luis Tudanca le dio dos avisos Carlos Pollán (Vox), presidente de las Cortes, por excederse con el tiempo. Al 'debutante' David Hierro también le cayó un aviso. Y a Mañueco le sobraron 1 minuto y 3 segundos para replicar al socialista y 43 segundos para contestar al de Vox, incluida la enhorabuena por su nombramiento.

Tudanca quiso hablar de empresas y economía, de crecimiento comparado. De que España va muy bien pero Castilla y León va peor que la media, éxito del Gobierno central frente a fracaso del Gobierno autonómico. Cuatro horas antes había ofrecido una rueda de prensa con su nuevo secretario general electo, Carlos Martínez, antes de una reunión del grupo parlamentario para fijar ideas, posiciones, estrategias… Aunque es complicado. Martínez, alcalde de Soria, juega una liga municipal que aquí se obvia.

De hecho, se obvia hasta la autonómica. «La aprobación de los presupuestos es la prueba de la voluntad política de hacia dónde quieres dirigirte», dijo Martínez en esa rueda de prensa. Eso, en el debate autonómico, se transforma inmediatamente en «Sánchez tampoco tiene presupuestos». Tudanca lo sabe. Por eso no insiste en esa vía más allá de recordarle a Mañueco que le aprobaron el techo de gasto para que negociara y no quiso continuar con el trámite.

«Podemos apostar a lo que va a responder Mañueco», aventuró el nuevo secretario autonómico del PSOE. «Señor Sánchez, señor Martínez». Por eso decidió ver la sesión desde los despachos del grupo en la cuarta planta. Igual da. Mañueco se levantó, se abrochó mecánicamente el botón de la americana, colocó el micrófono y, tras recopilar la parte de las cifras macroeconómicas que más le beneficia, soltó: «El panorama negro que intenta dibujar es mentira. La única empresa que no funciona es la suya, su mensaje ha quedado caduco y trasnochado, por eso ha venido el dedazo del señor Sánchez y le ha dicho que se vaya».

Luis Tudanca habla con Rosa Rubio y Ana Sánchez. Tras él, charlan Nuria Rubio y Patricia Gómez. R. Jiménez

Dice Martínez que los cambios en el grupo parlamentario vendrán poco a poco. Pero esta continuidad, para Mañueco, ya tiene un nombre, «bicefalia», y un argumentario fijo.

A David Hierro (Vox) tampoco le concedió el presidente de la Junta los 4 minutos de respuesta. El nuevo portavoz de Vox, vehemente hasta el límite, quiso mostrarse contenido y tiró por la exigencia de cumplir lo pactado, de mantener la palabra. De ser de derechas y no un PP 'woke' y progre. Encontró en Feijóo el apunte para la crítica. «'Sin capacidad para sacar adelante leyes no se puede seguir', lo ha dicho su jefe, Núñez Feijóo. Con su intento de describir el Gobierno de Sánchez ha hecho una fotografía de su Gobierno». ¿Jaque? Pues no. De nuevo el ritual. Mañueco se levanta despacio, botón, micro.

«No vemos estabilidad en los grupos en las Cortes, al PSOE le han dejado en bicefalia, ¡y qué decir de ustedes! Dos expulsados, el portavoz se ha ido, de los dos concejales de León se fue uno, los de Palencia han sido expulsados, acabamos de conocer que al portavoz de Vox en Salamanca le han cesado por uso indebido y prohibido de la financiación del grupo municipal de Vox… Son sus palabras. ¿A quién quieren encarrilar? ¿Con quién quieren negociar? Primero tendrán que arreglar sus problemas. ¿Con quién tenemos que hablar, con ustedes, con sus jefes de Madrid, con esa oligarquía que domina su formación, según las palabras del señor García-Gallardo?».

Alfonso Fernández Mañueco, durante una de sus intervenciones. Rodrigo Jiménez

La sesión de control al Gobierno, convertida en la sesión de descripción del descontrol de la oposición. Tras la bancada del PP, los dos no adscritos de Vox. Ana Rosa Hernando, con un ramo de rosas entregado por cargos municipales de Vox en Burgos y Salamanca, que acudieron a apoyarles a ella y a Javier Teira, ambos ataviados con una chapa con el lema 'Democracia interna'. En la bancada del PSOE, un discurso de Luis Tudanca secundado por los aplausos más tibios que se recuerdan (incluso por el silencio de algún procurador). Carlos Martínez en el despacho. Nuria Rubio, la defenestrada en la batalla con Ferraz, de vuelta al debate.

Protesta en las Cortes

A veces, solo a veces, la realidad se desliza por una rendija y accede al hemiciclo. Suele llegar bajo acreditaciones de 'visitante' expedidas por las Cortes de Castilla y León a petición de algún grupo político que ejerce de anfitrión. Y ya hace mucho que acaba igual. Los familiares de los pacientes de ELA reciben una votación en contra y se van. Los leonesistas con camiseta reivindicativa lanzan sus proclamas y los expulsan. Los que protestan contra las plantas de biogás también muestran camisetas con lemas y se les invita a abandonar la tribuna. Así sucedió este martes. «Nuestros pueblos no son vertederos», coreaban mientras salían, ya expulsados, con invectivas al consejero Suárez-Quiñones.

IsabelPérez Martín, nueva procuradora de Vox, promete el cargo «por España». Rodrigo Jiménez

Siempre que hay demasiados invitados, más de los habituales, y sobre todo cuando accede gente que no conoce el procedimiento parlamentario, el presidente de las Cortes advierte antes de empezar: no se pueden hacer fotos, por ejemplo, y el Reglamento establece que se expulsará a quienes, desde las tribunas, «dieran muestras de aprobación o desaprobación, perturbaran el orden o faltaran a la debida compostura».

Cuando se produce la expulsión, siempre pacífica, se produce un leve momento de runrún en el hemiciclo, miradas de reojo al consejero afectado, este que baja la cabeza y espera que pase el chaparrón. Hecho el silencio, continúa el orden del día.

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