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La tensión entre los funcionarios y la Junta de Castilla y León vuelve a subir. Los representantes de los sindicatos UGT, CCOO y CSIF esperaban recibir este lunes una fecha del gobierno autonómico para la aplicación de la jornada de 35 horas y lo que ... se encontraron fue una propuesta para mantener el horario de verano durante 2020 (aplicar las 35 horas solo en los meses de junio, julio, agosto y septiembre, como se ha hecho este año) y preparar el cambio normativo, pero ya para 2021. «Es inaceptable», zanjó Raquel Fernández, secretaria de acción sindical de CSIF Castilla y León. Los sindicatos quieren que se cumpla ya el acuerdo que firmaron con la Junta cinco días antes de las elecciones del 26 de mayo y el gobierno autonómico vuelve a escudarse en los problemas económicos que supone.
La situación parecía desbloqueada después de la intervención del presidente Alfonso Fernández Mañueco, que se sentó con los sindicatos el pasado viernes 11 de octubre y se comprometió a presentar una propuesta de aplicación. Pero la solución no llegó: «No hay propuesta: quieren romper el acuerdo anterior y negociar un nuevo acuerdo. Eso no será así bajo ningún concepto. Pedimos seriedad a la Junta y no la están teniendo», criticó Tomás Pérez, secretario autonómico de la Federación de Empleados de Servicios Públicos de UGT.
La reunión de este lunes entre los representantes sindicales y los consejeros Ángel Ibáñez (Presidencia) y Carlos Fernández Carriedo (Economía y Hacienda) duró una hora y media y se torció rápidamente. La primera parte del encuentro no sirvió para que los sindicatos recibieran una propuesta concreta sino para que los representantes de la Junta expusieran las dificultades económica que entrañaría aplicar ya la jornada de 35 horas. «Nos han contado otra vez lo mismo: los problemas económicos del Presupuesto. Luego, nos pidieron un receso para ver si podían traer una propuesta concreta. La propuesta era buscar un nuevo acuerdo y no lo vamos a aceptar», explicó Ana Rosa Arribas, coordinadora del área pública de Comisiones Obreras Castilla y León.
La Junta ha emplazado a los sindicatos a una nueva reunión el lunes, pero la sensación entre los representantes de los funcionarios empieza a ser de hartazgo. «Nos sobran las reuniones. Da la sensación de que es un juego político y tratan de ganar tiempo, pero los empleados públicos ya lo estamos perdiendo», apuntó Arribas.
Durante un momento de la cita de este lunes, y la vista de las dificultades económicas esgrimidas, los representantes de la Junta de Castilla y León plantearon a los sindicatos de qué manera lo pondrían ellos en marcha. «Les hemos remitido al comité de huelga. Ahí estuvimos negociando cómo aplicar las 35 horas según el acuerdo de mayo», declaró Raquel Fernández.
Las movilizaciones de los funcionarios seguirán su curso. Este viernes 25, se procederá a un paro de dos horas y media, la diferencia entre la jornada actual de 37,5 horas y la anterior a la crisis. El 6 de noviembre está fijada una huelga en la Administración.
«Si hubiera voluntad de negociar, ya estaríamos negociando los calendarios [de aplicación] y los cambios normativos, pero solo nos están entreteniendo con estas reuniones», apuntó Ana Rosa Arribas (CC OO).
«El acuerdo se firmó con el beneplácito de Juan Vicente Herrerra y de Alfonso Fernández Mañueco, cinco días antes de las elecciones. Mañueco sabía lo que firmaba y el coste que implicaba. Ahora ya no lo asume. Los ciudadanos tienen que pensar que si no cumplen con los funcionarios, tampoco lo harán con ellos», subrayó Tomás Pérez, de UGT.
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