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«Buenos días, independientemente de los plazos establecidos en la orden del cierre del ejercicio 2018, el Servicio de Contabilidad de la Intervención General ha cerrado la contabilización para los capítulos 6 'inversiones reales' y 7 'transferencias de capital' en los siguientes términos...» Así comienza ... el correo remitido hace casi dos semanas, concretamente el 15 de noviembre, a empleados públicos de la Junta de Castilla yLeón con instrucciones concretas para paralizar abonos de pagos y anticipos de subvenciones y frenar la incorporación al sistema contable de expedientes de contratación con cargo al presupuesto en vigor de 2018. La finalidad es no sobrepasar el objetivo de déficit que debe cumplir la Junta.
La orden del cierre del presupuesto, firmada por la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, sitúa en el 5 de diciembre, por ejemplo, la fecha límite de entrada en las intervenciones delegadas de «reconocimiento de obligaciones».
Los correos electrónicos remitidos veinte días antes remarcan, no obstante, que «no se puede contabilizar ninguna liquidación/anticipo de subvenciones. Únicamente se podrán tramitar nuevos expedientes, es decir las fases contables RC, A y D (y sus combinaciones) pero sin llegar a la liquidación y orden de pago». El escrito de indicaciones sí autoriza a dar trámite a los documentos de pago en el sistema contable en las fases previas a la liquidación y la orden de pago. Estas últimas quedan vetadas, a tenor de lo que recoge el correo electrónico. «No se puede contabilizar ningún expediente nuevo de contratación del capitulo 6», refleja el escrito, que pone énfasis en las instrucciones al resaltar las indicaciones con el empleo de las mayúsculas y subrayados para dejar claro a los tramitadores de gastos aquello que no pueden hacer y lo que sí está autorizado.
El capítulo 6 del presupuesto es el que paga inversiones. Podría deducirse que se trata de expedientes de obras e infraestructuras, pero el concepto presupuestario de inversión es muy flexible y en él encajan desde la ampliación del Hospital Clínico de Salamanca, a partidas para investigación, prevención del cáncer, fomento del consumo de fruta o reposición de equipos y licencias informáticas. En este caso, los responsables de tramitar pagos sí pueden contabilizar el abono de facturas y certificaciones de obras «ya contratadas y comprometidas previamente». Este último término, subrayado.
El correo electrónico indica que «no hay problema en iniciar contratos de obras solo con cargo a 2019 y siguientes» y deja en un espacio indefinido si eso puede hacerse con líneas de ayudas. El autor del mismo apunta que desde la Consejería de Economía y Hacienda «no dicen nada» con respecto a las subvenciones, por lo que presupone que también se podrían tramitar, siempre que el pago se hiciera con recursos del futuro presupuesto de 2019.
De la instrucción remitida se deduce la contundencia del cierre para tramitar facturas de proyectos de inversión, porque aventura que quizás «mas adelante abrirán la contabilidad para poder tramitar las facturas del capítulo 6 que corresponden a contratos de dirección facultativa, control de calidad...».
Fuentes de la consejería aseguran que se está pagando a los proveedores con normalidad y que, si se considera urgente una obra, se puede autorizar el gasto.
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