Francisco Igea y Verónica Casado comparece en la rueda posterior al Consejo de Gobierno. Ical
Castilla y León

La Junta adecuará los criterios que marcan las restricciones por el coronavirus

La situación actual, muy influenciada por las vacunas, aún es preocupante en las UCI, pero estable y sin incremento de la «mortalidad evitable»

Antonio G. Encinas

Valladolid

Miércoles, 12 de mayo 2021, 20:23

Las curvas de la gráfica son elocuentes. La segunda ola, como la tercera, comenzaba con una elevación de los contagios, seguida una semana más tarde por un incremento de las hospitalizaciones. Otra semana más allá se alzaban los ingresos en las UCI y poco después ... se estiraba el negro goteo de defunciones. Un dominó que se repitió en ambos casos pero que no se ha dado en la cuarta ola, donde el aumento de los positivos no se ha visto correspondido por el incremento de hospitalizaciones ni de ingresos en críticos. Un cambio drástico en el que ha sido clave el papel de la vacunación en mayores de 60 años. «El 91,1% de los mayores de 60 años tiene al menos una dosis», señalaba la consejera de Sanidad, Verónica Casado.

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Este nuevo dibujo de la gráfica pandémica es el que lleva a la Junta de Castilla y León a replantearse algunas cosas. Porque el nivel de riesgo viene delimitado por una serie de factores: incidencia de la enfermedad, porcentaje de positivos, trazabilidad, situación sanitaria… Y Castilla y León está en el nivel 4, el máximo, lo que conlleva una serie de limitaciones de aforos, por ejemplo, según la normativa aprobada por todas las comunidades autónomas. Eso sí, sin toque de queda ni cierres perimetrales ahora mismo. Pero hay unas restricciones «excepcionalísimas», que hoy afectan a 29 municipios de Castilla y León, que se han basado sobre todo en la incidencia acumulada. Si supera los 150 casos por cien mil habitantes a 14 días, se cierra el interior de la hostelería. «El próximo jueves en el Consejo de Gobierno analizaremos la posibilidad de un acuerdo que contemple la adaptación de los criterios, teniendo en cuenta que lo primordial es salvar vidas, luego evitar el colapso sanitario y después conseguir una reactivación rápida y segura de la actividad», explicó el vicepresidente, Francisco Igea.

«Tenemos letalidad muy baja, con una cuarta ola sin variación en letalidad, no hay un incremento de la mortalidad evitable -según el Instituto Carlos III-, tenemos un problema de saturación hospitalaria básicamente en UCI, con curva descendente. Y manteniendo estos indicadores en juego vamos a darles un peso distinto y que las normas se adapten a la situación, que es nueva, sin toque de queda», añadió Igea.

Verónica Casado le puso cifras a esa situación. «Tenemos 241 pacientes covid en planta y 123 en UCI. Sigue siendo un punto muy frágil. Hay que evitar nuevas entradas», dijo. Y explicó que «se ve un aumento de ingresos en personas más jóvenes en UCI que en otras olas. El 31% son menores de 60 años».

Igea defiende que «el relato» de las restricciones excesivas en Castilla y León es falso. Y arguye que otras comunidades han decretado cierres de actividad a las 18 horas, por ejemplo. «Hay otra manera de mirar la realidad, que es el impacto en la evolución del PIB y la caída de la actividad, y estamos por debajo de la media», añade.

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Todo apunta, por tanto, a una flexibilización de las restricciones aún vigentes para la próxima semana, aunque tanto Casado como Igea advirtieron de que se consultará a los expertos y se esperará a evaluar el impacto que pueda tener en la incidencia lo ocurrido el pasado fin de semana, cuando se eliminó el toque de queda y se vivieron algunos botellones y reuniones masivas de «no convivientes».

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