Secciones
Servicios
Destacamos
El Juzgado de Instrucción número 2 de Valladolid ha abierto diligencias de investigación por el caso del bebé de nueve meses que el pasado 10 de enero nació muerto en el Hospital Clínico y cuyo cadáver fue incinerado sin el consentimiento de los padres, según ... defienden los progenitores, que presentaron una denuncia a través de la Asociación del Defensor del Paciente. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León confirmaron ayer que la Fiscalía ha remitido a este órgano la documentación solicitada al centro sanitario para que su titular, el magistrado César Gil Margareto, se haga cargo del asunto y determine si se produjo alguna negligencia e, incluso, un ilícito penal en el protocolo que se siguió.
Este trámite apunta a que el Ministerio Público podría haber apreciado algún tipo de irregularidad que requiera de nuevas pesquisas, ya que podía haber archivado la denuncia de no considerarlo así. Será, pues, el órgano judicial el que tendrá que tomar declaración a Ana Luisa Veizaga y Diego Pilco, padres de la niña, –la Fiscalía no les llegó a citar–, además de reclamar las oportunas aclaraciones a los responsables del hospital vallisoletano.
Las dos posturas
Los progenitores aseguran que en ningún momento dieron la autorización para la cremación de la niña y subrayan que, desde que conocieron su fallecimiento, los hijos de Ana Luisa comunicaron a la asistente social que querían llevarse el cuerpo para despedirlo en una ceremonia íntima, que llegaron a contratar con la empresa municipal Nevasa tras solicitar la preceptiva licencia de enterramiento en el Registro Civil el día 15 de enero. La gerencia del Clínico, por su parte, defiende que la madre, quien estuvo ingresada en la UVI después de su estancia en el paritorio, «no expresó ningún deseo de quedarse con los restos abortivos». Estos se mantuvieron cinco días en las cámaras y posteriormente se enviaron a incinerar, un proceso que se realiza en todos los casos, según argumentaron.
Además, los responsables del hospital han achacado a las «desavenencias» entre la pareja –ya no convivían juntos– los cambios de postura sobre el cuerpo del bebé. Los padres lo niegan y explican que tras un primer momento de ‘shock’ al conocer la muerte de la niña después de un embarazo que se desarrolló sin problemas y que ya estaba a término –salía de cuentas el 18 de enero– decidieron de mutuo acuerdo llevarse los restos para realizar una despedida en el ámbito familiar.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.