Dos investigados del caso Esther López no recuperarán sus móviles porque son «pruebas» si se llega a juicio

El magistrado que sustituye a la instructora del caso Esther López durante sus vacaciones ha rechazado, en una providencia firmada el pasado 1 de agosto, la petición de las abogadas de Ramón G. y Óscar S., dos de los tres investigados en relación a la desaparición y muerte de la vecina de Traspinedo, para que se les devuelvan sus respectivos teléfonos móviles.

Los dispositivos llevan meses en manos de la Guardia Civil, que ha llevado a cabo el volcado de datos y la triangulación de los mismos para evaluar el tránsito de llamadas y las ubicaciones de los terminales y así tratar de establecer lo que ocurrió en la madrugada del 13 de enero y los días siguientes hasta que el cadáver de la joven, de 35 años, fue encontrado en la cuneta de la carretera de Traspinedo la mañana del 5 de febrero. El juez sostiene que se trata de «pruebas de convicción», es decir, de objetos relacionados directamente con el supuesto delito que se investiga y que tienen que ser conservados de cara a la celebración de un hipotético juicio oral para ser evaluados por el juzgador.

En el caso de Óscar S., principal investigado al ser el último amigo con el que se vio a Esther en el aparcamiento del restaurante la Maña, poco antes de las tres de la madrugada, además de su móvil, la Guardia Civil retiene su vehículo. Se trata del Volkswagen T-Roc gris que los especialistas en reconstrucción de siniestros viales consideran que su «geometría» concuerda con seis de las once lesiones «de impacto directo» que presentaba el cadáver de la joven.

La letrada de Óscar S. argumentó en la solicitud de devolución del vehículo, formulada el 26 de julio pasado, que el no disponer del coche, a su patrocinado le está suponiendo un importante trastorno tanto para su actividad empresarial como agente de viajes como en el plano personal, pues ha trasladado su residencia a una localidad del alfoz de Valladolid. Sostiene que el investigado puso a disposición tanto su terminal móvil como su vehículo hace ya más de seis meses «con el fin de facilitar la investigación que se estaba llevando» y que «desde dicha entrega se han realizado cuantas pruebas se ha considerado oportuno». Expone, en concreto, que «su vehículo es de renting, y a pesar de no poder utilizar el mismo, continúa abonando las cuotas mensuales».

El hecho de no disponer del vehículo, apostilla el escrito, «le está suponiendo numerosos perjuicios no solo económicos sino también logísticos, puesto que le limita enormemente la movilidad no solo para trabajar sino también en su vida diaria y la de su familia». Entiende que «el tiempo transcurrido desde que se puso a disposición de las autoridades el vehículo y el terminal móvil es más que suficiente para haber llevado a cabo las diligencias y pruebas oportunas» por lo que reclama que se le devuelva el T-Roc.

En respuesta a este escrito, el magistrado ha remitido un oficio a la Guardia Civil para que «informe si han terminado de practicar las diligencias sobre el coche para proceder a su devolución». Se da la circunstancia de que el Juzgado de Instrucción 5 de Valladolid acaba de recibir el informe del ERAT, el equipo de la Guardia Civil de Tráfico especialista en reconstrucción de accidentes, con la simulación y conclusiones sobre el «atropello atípico» que pudo sufrir Esther López. Los investigadores consideran que fue un todoterreno o SUV como el de Óscar S. el coche que con mayor probabilidad pudo estar implicado en la muerte de la vecina de Traspinedo, tras descartar en la simulación informática otro tipo de vehículos como «utilitarios» y furgonetas.

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