La inestabilidad laboral dispara los contratos que implican un traslado de provincia

En concreto, el 18,6% de los contratos firmados en Castilla y León en 2018 requirió que el trabajador cambiase de provincia, la tercera tasa más alta del país. El volumen de contratos que implica movilidad creció el 5,8% en la región en el último año, hasta superar los 180.562 contratos. Solo Palencia -donde entraron 3.093 personas más de las que salieron- y Soria -con 1.636- tuvieron saldos positivos, mientras que León (-9.123) fue la provincia que más trabajadores perdió. Ávila (22,4%), Segovia (19,7%) y Zamora (18,5%) son las provincias de la región con mayores tasas de movilidad.

Según se explica en un informe publicado por el Servicio de Empleo Público Estatal, «se considera que hay movilidad cuando no coincide la localidad del domicilio del trabajador y la del centro de trabajo; por lo tanto, necesariamente se tiene que producir un desplazamiento, con independencia de que éste sea de carácter temporal o permanente».

Un análisis de estos datos realizado por la empresa de recursos humanos y trabajo temporal Randstad pone de manifiesto que la tasa de movilidad de la comunidad está 4,6 puntos por encima de la nacional (14%) y es la tercera más alta por detrás de las de Castilla-La Mancha (28,1%) y La Rioja (26,3%). En el conjunto de España, los desplazamientos interprovinciales por motivos laborales batieron récords el año pasado, con 3,1 millones de contratos.

La mayor tasa se registra en la agricultura, ya que uno de cada cuatro contratos firmado en el sector supone un cambio de provincia (24,5%), casi diez puntos porcentuales más que la media. También por encima se encuentra la construcción (17,2%), mientras que servicios (12,2%) e industria (10,2%), registraron pesos de contratos con movilidad menos relevantes.

Para Luis Pérez, director de Relaciones Institucionales de Randstad, la movilidad laboral y su repunte es «una buena noticia, ya que este tipo de contratación es especialmente útil para jóvenes en búsqueda de una primera experiencia laboral o profesionales que no encuentran oportunidades en sus lugares de origen».

De forma general, la movilidad está protagonizada por hombres de 25 a 45 años, de los que casi un tercio son extranjeros y dos de cada tres no han superado la ESO y son contratados en ocupaciones elementales -peonajes- o relacionadas con servicios de restauración y ventas.

Los dos principales flujos se producen desde la provincia de Valladolid a las de Palencia y Segovia. A estos le siguen los que tienen como destino Valladolid, procedentes de Zamora, Palencia, Ávila, Segovia, Salamanca y León.