«Incumplimos las normas de tráfico porque nos creemos inmortales»

–Resulta muy difícil ofrecer una respuesta precisa a esa pregunta. El número de sanciones que imponemos por cada tipo de infracción depende de numerosas causas y circunstancias: medios humanos y materiales disponibles en cada momento sobre la carretera; incremento o disminución del volumen del tráfico; claridad en la redacción de las normas aplicables; evolución de las causas de la accidentalidad o, asimismo, los objetivos perseguidos en las distintas campañas de vigilancia que se efectúan a lo largo del año. No obstante, las infracciones que más nos preocupan y que más intentamos perseguir son las que más riesgos generan contra la vida y la integridad física de las personas: las distracciones, los excesos de velocidad y la conducción con alcohol y drogas.

–¿Por qué incumplimos tanto las normas de tráfico?

–Probablemente, porque todos nos consideramos muy buenos conductores y, además, nos creemos inmortales. Por otra parte, quienes practican el populismo vial no dejan de victimizar y consolar a los infractores de tráfico; sin embargo, las únicas víctimas verdaderas que hay sobre la carretera son quienes fallecen o quedan lesionados por culpa de infractores y delincuentes viales.

–Antes ha comentado que uno de los factores que influyen en el número de denuncias son los medios humanos sobre la carretera. ¿Cuántos guardias civiles de Tráfico hay en Palencia?

–El Subsector de Tráfico de la Guardia Civil dispone en Palencia de, aproximadamente, una centena de efectivos que nos prestan servicio en toda la provincia las 24 horas del día y los 365 días del año.

–¿Le parece un número adecuado?

–Preferiría que tuviéramos el doble de efectivos o, mejor aún, el triple, porque los guardias civiles sobre la carretera salvan vidas a diario pero los recursos económicos de los que disponemos son limitados. Algunos infractores y quienes se quedaron anclados en el siglo XX aún manifiestan prejuicios e incluso hostilidad hacia ellos, pero la realidad es que, si no fuera por el trabajo de la Guardia Civil, mucho me temo que la prehistoria volvería de inmediato a nuestras carreteras.

–¿Ha recibido usted alguna vez órdenes o instrucciones de sus superiores para multar o recaudar más?

–Llevo 25 años trabajando en distintas jefaturas provinciales de Tráfico, por lo que he sido dirigido por responsables políticos de diversos signos y jamás he recibido instrucciones de ese tipo. La única obsesión que he percibido en los distintos directores generales de Tráfico de los últimos 25 años ha sido la de trabajar para intentar reducir el número de fallecimientos sobre nuestras calles y carreteras.