Illa no amplía el toque de queda, plantea a Castilla y León que limite horarios y pide «temple»

El ministro de Sanidad ha dicho que no es el momento de ampliar un «abanico» de restricciones, a su juicio, ya de por sí amplio y muy riguroso, pero que sigue estudiando esa posibilidad. En situación de «escucha permanente», precisó. El responsable estatal apeló al consenso para tomar esa decisión y planteó a las comunidades la alternativa de aplicar «cierres muy quirúrgicos» de actividad limitando horarios de apertura. Ese es el camino que mostró al Gobierno autonómico de Alfonso Fernández Mañueco, en la persona de la consejera Verónica Casado, que ha llevado la voz de la comunidad al Consejo Interterritorial de Salud. Verónica Casado defendió la necesidad de permitir un toque de queda adelantado y también reclamó otra herramienta: que se permitan a las autonomías decretar confinamientos domiciliarios. Esta última se ve, en este momento, como algo desproporcionado e inasumible por parte del Gobierno central.

El ministro ha apuntado posibles efectos adversos del adelanto del toque de queda que sigue en vigor en Castilla y León y es de obligado cumplimiento en todo el territorio de la comunidad salvo que el Tribunal Supremo indique que sea ilegal cuando resuelva el recurso presentado con la medida por el Gobierno de la Nación. «Puede provocar la concentración de la actividad, cuando lo que queremos es que se espacie», ha precisado Illa. El socialista alerta con esta valoración sobre la concentración de compras y gestiones en comercios y centros de servicio al tener la obligación de estar en casa a las 20:00 horas.

El Gobierno de España considera que las medidas actuales se han demostrado eficaces en el combate de la segunda ola de la covid-19 y van a servir para doblegar la tercera. «De esto no salimos más que todos juntos», ha recalcado el ministro, que ha pedido «temple» a las comunidades para exprimir las posibilidades que pone a su disposición el decreto del estado de alarma que refrendó el Congreso de los Diputados y esperar a que ofrezcan resultados.

Los argumentos no han convencido a Castilla y León, en una reunión que ha sido «intensa», en palabras de Verónica Casado. Todos los consejeros han reconocido, incluido el ministro, la grave situación sanitaria ccon un crecimiento muy importante de los contagios, ha precisado la consejera. Tanto ella como el vicepresidente y portavoz, Francisco Igea, alertan de que no se enfrentan a una curva pronunciada de contagios como la de la segunda ola, sino a «una pared».

«Los que nos hemos pronunciado por tener medidas claras y comunes, pedíamos herramientas, para poder tomar decisiones rápidamente. Tanto del confinamiento domiciliarios como para la movilidad nocturna. Lo hemos hecho encarecidamente», ha precisado la consejera de Castilla y León.

Verónica Casado ha expresado su decepción con el 'inmovilismo' del ministro. «No estoy satisfecha. Estamos en una situación muy grave y hay que tomar decisiones muy muy ágiles. Detrás de los contagios tenemos los ingresos, y detrás de las hospitalización están las UCI y detrás de todo esto los fallecimientos de personas. No podemos no tomar decisiones y no ser lo más drástico posible. Día que perdemos es día que pasan muchas cosas», ha valorado.

La consejera castellana y leonesa ha defendido la aplicación de medidas comunes y la cogobernanza efectiva. «Unidad de acción, pero no unidad en la inacción», ha subrayado Casado, al tiempo que ha defendido que la «coordinación es absolutamente clave en un momento como este. Es lo que sigo reclamando y si yo no voy a tomar las medidas como ministerio, necesitamos las herramientas para poder tomarlas nosotros como comunidad». ha concluido.

El ministro ha presidido la reunión semanal con los consejeros autonómicos desde el Palacio de San Telmo, sede de la Junta de Andalucía, donde se ha reunido previamente con el presidente Juan Manuel Moreno Bonilla, en la ronda de encuentros bilaterales que está manteniendo con los responsables de las comunidades para abordar la gestión de la pandemia.