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Los ciudadanos de Castilla y León que renuncien voluntariamente a la vacuna por no querer que les inyecten una marca concreta deben apechugar con las consecuencias, entre ellas la demora de la inmunización hasta que se vacune al resto de la población sin ... que ello le suponga que se use el compuesto que prefería. «No se puede elegir», ha remarcado el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, después de que se hayan dado casos esta semana de personas repescadas para la vacunación que se negaron a que les inocularan Janssen, como ha ocurrido en Salamanca.
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Fidela Mañoso Largo
El dirigente autonómico ha avanzado que la Junta no va a ceder ante este tipo de situaciones, tras recordar que las vacunas que se están utilizando «son todas seguras y tienen miles de ventajas sobre la no vacunación». Francisco Igea, que ha resaltado el ritmo que ha cogido la campaña de vacunación en Castilla y León con el 20% de la población necesaria para logra la inmunidad de rebaño (el 70% del total del padrón) con inmunización completa y más del 35% con al menos una dosis, ha precisado que estos hechos se consideran como «renuncias voluntarias» con todas las consecuencias.
«No se puede elegir vacuna y, además, no hay razón para hacerlo», ha concluido el vicepresidente de Castilla y León. Igea ha reconocido que se está intentando acelerar lo más posible la vacunación ante el final anunciado del estado de alarma y el levantamiento de las restricciones actuales para contener los contagios. El portavoz del Gobierno autonómico ha mostrado su preocupación por este escenario al que la comunidad se encamina sin lograr bajar la incidencia acumulada, que se sitúa desde hace más de dos semanas en cifras del entorno de 200 positivos por 100.000 habitantes a 14 días, y con nueve autonomías en peor situación, con indicadores de incidencias y presión hospitalaria propios del riesgo muy alto.
«Gestionar pandemias es una obligación del Gobierno de la nación y hay nueve comunidades en estado de alerta máxima», ha indicado Francisco Igea. El vicepresidente autonómico ha añadido que solo hay que ver el mapa de la incidencia acumulada en territorios que rodean Castilla y León y ponerse en la situación de que el 10 de mayo decáen los confinamientos perimetrales y se levantan todas las trabas a la movilidad. «Naturalmente que estamos preocupados», ha subrayado.
Igea ha evitado confirmar si la Junta pide expresa y oficialmente que se prolongue el estado de alarma como sí ha hecho el Gobierno del País Vasco, pero ha mostrado su apoyo a la posición que defiende el lehendakari. «Me siento hoy más Arisqueta que nunca», han señalado, en referencia a su apellido materno. Sobre la situación de máximo riesgo que atraviesa esa comunidad, el portavoz de Castilla y León ha llamado a reflexionar sobre «si algo han tenido que ver alguna decisiones judiciales» en la afectación por el coronavirus.
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