García Gallardo alude al riesgo de «islamización» de los barrios para justificar la ruptura con el PP

El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García Gallardo, ha anunciado formalmente su dimisión como vicepresidente regional «una decisión que no ha sido fácil, pero no por ello poco meditada, he venido reflexionando en los últimos días con los acontecimientos en el debate nacional y regional».

En una comparecencia en las Cortes regionales, ha empezado dando las «gracias» a los medios de comunicación a pesar de «las discrepancias» que ha achacado a la presencia de informadores en grandes grupos mediáticos. Ha anunciado que pasa a la oposición y que lo hará en su caso como portavoz del grupo parlamentario de Vox en las Cortes.

El burgalés ha recordado que hace unos días «dejé claro» su petición al PP sobre el punto 32 del acuerdo, que se refiere a la gestión de la migración, «por lo que esta rueda de prensa tiene que dar lugar a cero sorpresas». «La decisión que tomo no obsta a mi agradecimiento personal con Alfonso Fernández Mañueco, le acabo de entregar en mano mi carta de dimisión y nos hemos podido despedir con cariño».

García Gallardo ha remarcado las «diferencias» y «algunos incumplimientos» como el del pacto para ofrecer más información a las mujeres embarazadas «pero lo que ha supuesto la gota que ha colmado el vaso ha sido el incumplimiento de la obligación de combatir la inmigración ilegal». «No queremos que Castilla y León se convierta en Francia, no queremos que los barrios humildes de nuestras ciudades se conviertan en los extrarradios de París y otras ciudades», ha insistido. «En Castilla y León estamos a tiempo de combatir esto, no estamos condenados a la islamización» y considera que «podíamos haber sido más contudentes en nuestras exigencias».

«Son niños, pero no hay nada más humano que llevar a un niño a casa. No hay nada más humando que combatir a las mafias y frenar las muertes en el Mediterráneo. Nuestra política no está inspirada por la xenofobia ni el racismo sino por la humanidad», ha insistido.

«Nuestra voluntad es dar continuidad a los gobiernos», ha asegurado el ya exvicepresidente de la Junta, que «por lealtad» a los cauces de su partido ha esperado, pero que ya tenía tomada la decisión en la dirección que se ha concretado, con su salida del gobierno y paso a la oposición. García Gallardo ha culpado al «seguidismo» del PP y de Núñez Feijóo.

El político burgalés ha asegurado que la decisión del comité ejecutivo nacional de Vox incluye la dimisión de vicepresidentes y cargos políticos «y eso incluye a los consejeros, que han estado actuando de manera coordinada con el partido, nuestro deseo es que dimitan y renuncien, pero es una decisión personal», ha dicho García Gallardo, que ha reconocido que «no está en mi mano» y que cada uno tendrá que decidir.

Ha explicado que habló con los consejeros antes del comité del PP y que Dueñas y Veganzones le transmitieron la idea de dejarlo, «entrar juntos y salir juntos». Sobre Santonja, ha explicado que le pareció que también lo dejaría, pero que no se lo confirmó, apelando a que cada cual actúe en función de sus valores.

Además, ha detallado que la decisión no afecta a la presidencia de las Cortes, que podría mantener, ya que sólo se refiere a los cargos en los gobiernos. «No he hecho un análisis de la coherencia de esta decisión, pero los parlamentos no toman decisiones de gobierno, no están contribuyendo al efecto llamada», ha dicho sobre si es coherente que Vox mantenga la presidencia de las Cortes.

El acuerdo también deja fuera a los ayuntamientos donde PP y Vox tienen pactos de gobierno, pero «que de ahora en adelante se tendrá muy en cuenta todo lo que se vaya a hacer en materia de migración». El burgalés ha asegurado que no se trata de si son 21 niños los que se acogen, sino que «hay que cortar el grifo» y se trata de «devolver a los niños sanos y salvos con sus padres» para «cortar de raíz el efecto llamada y poner en el centro la seguridad de los españoles».

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