Fulgencio Bandera, hiperinmune al coronavirus: «Ayudar a salvar una vida es un orgullo»

Todo empezó el pasado mes de octubre, cuando la mujer de Fulgencio contrajo el virus y lo pasó «muy mal». Una vez se recuperó, ambos decidieron acudir a un laboratorio para hacerse la prueba de seroprevalencia. Los resultados fueron claros: habían superado la infección y, en el caso de Fulgencio, sus niveles de anticuerpos eran muy superiores a la media, lo que le convertía en hiperinmune al virus.

Cuando le dijeron que tenía anticuerpos IgG anti SARS Cov-2, Fulgencio automáticamente se lo hizo saber a su médico de cabecera y contactó con los donantes de sangre. «Había leído en prensa que con mis niveles de anticuerpos podía ayudar y no dudé ni un minuto en hacer algo», explica el leonés.

Según comenta, no sabe si los anticuerpos desaparecerán o no, pero tiene claro que, de momento, es inmune a la covid. «Ni contagio ni me contagian». Tras informarse de las posibilidades que esta hiperinmunidad le ofrecía para ayudar a otros enfermos, Bandera supo que gracias a su plasma los pacientes más graves podían agilizar su recuperación.

Pocos días después de la prueba, Fulgencio se encontraba en el punto de donantes de sangre en el centro de salud de José Aguado. «La extracción dura unos 45 minutos, te conectan a una máquina que te filtra el plasma y te devuelve la sangre», explica, y asegura que el proceso «no es nada desagradable y la recuperación es muy rápida, como cuando realizas una donación de sangre normal».

Las donaciones se pueden repetir de forma periódica según indiquen los médicos, y es el propio programa el que avisa a los donantes de cuándo tiene que acudir a la siguiente cita. «El procedimiento es muy sencillo y lo ponen todo muy fácil para que dones», constata el donante.

Aunque es difícil saber si una persona pertenece a este grupo de hiperinmunes ya que la Seguridad Social no cubre la prueba de seroprevalencia, este leonés anima a todo el mundo que sepa que tiene niveles de anticuerpos por encima de la media a contactar con los donantes de sangre. «Si hay la más mínima posibilidad de que una persona supere la covid gracias a una de estas donaciones merece la pena hacerlo y es un orgullo», sentencia Fulgencio, que ya espera la siguiente llamada para seguir donando plasma.