Fortunas sobre dos ruedas

Los primeros concursos de elegancia se celebraron en Madrid, en el recinto de Ifema y en años posteriores en el Palacio Real. La Plaza Mayor de Salamanca y el Alcázar de Toledo han sido otros enclaves de este exclusivo certamen de modelos emblemáticos, consolidado en el mundo del motor. Convertirse en escaparate de estos coches clásicos de lujo supone «un auténtico catalizador, no solo por su belleza e interés, sino porque los propios concursantes se convierten en un público de interés para el municipio», señala el alcalde del Real Sitio, José Luis Vázquez. Aunque el tiempo desapacible restó asistencia, la presencia de estos vehículos –alrededor de un centenar, 72 de ellos dentro de concurso– atrajo a numerosos vecinos y visitantes.

La plaza de España y la fachada del edificio de Canónigos, ambos en el entorno de las dependencias del Palacio Real, fueron el escenario principal para la elección, por parte de un jurado técnico, de los ganadores en las diferentes categorías: coches de época (hasta 1920), veteranos (hasta 1945), clásicos (hasta 1965), post-clásicos (hasta 1988) y superdeportivo.