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Por suerte quedó en un susto. El brusco desprendimiento de una farola del alumbrado público que esta tarde se precipitó al suelo desde la fachada del Obispado, en la plaza de la catedral de León, alteró a los numerosos viandantes que transitaban por la zona ... sin que, afortunadamente, nadie resultara herido, según publica Ical.
El impacto del elemento metálico se percibió incluso desde el interior del edificio mientras en el exterior los peatones comentaban lo ocurrido. “A pesar de la calle abarrotada no pilló a nadie”, comentó uno de los testigos del incidente. Al lugar de los hechos acudieron efectivos de la Policía Local y efectivos de los servicios municipales para retirar la luminaria caída.
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