La economía regional resiste mejor la desaceleración que la del conjunto de España, según Unicaja

A la hora de explicar el «hecho diferencial» de Castilla y León, la economista se ha referido al «mantenimiento del impulso de la demanda interna»; a «la menor dependencia del turismo extranjero, con mayor peso del nacional, que es el que mejor comportamiento presenta»; y a los indicios que apuntan a que «el impacto de las tensiones comerciales en el sector del automóvil, el de mayor importancia en la industria de Castilla y León, está moderándose».

En el día en que la ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, ha rebajado en una décima la previsión de avance del PIB para este año y el próximo -hasta el 2,1% y el 1,8%, respectivamente-, el servicio de estudios de Unicaja ha vaticinado que en el conjunto de 2019 Castilla y León «podría crecer un 2,2% a final de año, tasa similar a la prevista en junio». El avance se sustentará sobre todo en el consumo de los hogares, que progresará el 2,4% (una décima más de lo estimado en junio) y en la inversión de las empresas (el 3,2%). Todos los sectores, con la excepción del agrario registrarán comportamientos positivos.

En cuanto al mercado laboral, las estimaciones pasan por un crecimiento en el número de ocupados (según la EPA) del 0,8%, gracias en particular y paradójicamente a la agricultura y ganadería (1%) y a los servicios (1,8%), con aportaciones negativas en la industria y la construcción. El desempleo se reduciría en torno al 10%, lo que dejaría la tasa de paro en el 11%.

Para 2020 y si la pérdida de dinamismo de la economía mundial en general y de la europea en particular; las tensiones comerciales y la incertidumbre lo permiten, Unicaja cree que el PIB de Castilla y León puede crecer el 1,9%, con una evolución del mercado laboral similar a la de 2019.

El Indicador Sintético de Actividad que manjea la entidad financiera apunta, para el conjunto de 2019, un crecimiento generalizado de la actividad que colocará al frente a Valladolid (2,6%) y Salamanca (2,5%), con los mayores incrementos. Segovia (2,3%) se situaría también por encima de la media autonómica, mientras que León, Ávila y Soria (2,0%) replicarían el dato que Unicaja prevé para el conjunto de España. Zamora (1,7%) y, sobre todo, Burgos y Palencia (1,6%) parecen ser las provincias más afectadas por una desaceleración que de momento está impactando más en el sector manufacturero que en los servicios.

En la presentación del informe, Becerra ha descartado una nueva crisis económica y «tampoco hablaría de recesión», ha dicho, «sino más bien de una etapa de crecimiento más moderado», lo que no debería a su juicio ser óbice para que la creación de empleo mantenga un ritmo sostenido o, incluso, creciente, pese al menor crecimiento de la economía. «Tras la última crisis se ha visto que se necesita menor incremento del PIB para crear empleo de lo que antes era necesario y todo apunta a que seguirá la tónica», ha señaldo.