El dueño del bar más famoso de León: «Ya solo me queda poner un colchón»

Una 'borrachera' de dimensiones épicas, de esas que no se olvidan con facilidad, fue la culpable de que fuera al baño y no pudiera salir. Allí, entre el retrete y la pared, achuchó su cabeza contra el azulejo y se quedó dormido como si fuera un bebé.

No hubo problema en cerrar los ojos, pero sí cuando de nuevo sus párpados se reabrieron. Para entonces eran casi las ocho de la mañana y en el bar Nortón situado en La Virgen del Camino (localidad distante apenas siete kilómetros de León) no había ni dueño, ni clientes, estaba cerrado a cal y canto. «Me he quedado encerrado cagando en el bar y aquí no hay nadie. No sé dónde estoy», aseguraba David en un vídeo grabado para inmortalizar el momento.

Eso sí, estaba en el mejor de los escenarios posibles: ¡Bares, qué lugares! Y con una caña en mano se puso a pensar la solución a todos sus problemas.

Fue entonces cuando decidió llamar a la Guardia Civil para que le sacaran de allí. «Estoy aquí en un bar de la Virgen del Camino y me he quedado encerrado. Lo han cerrado hace un buen rato y me he quedado en el baño», afirmó este varón en la conversación mantenida con los agentes.

A partir de aquí comienza una charla surrealista. El guardia que respondió a la llamada preguntó al individuo «si ya ha podido salir del baño» y la respuesta dejó descolocado al propio agente. «Si, ya salí del baño. Es más, ahora me estoy tomando una caña dentro de la barra», aseguró el cliente entre risas.

Finalmente la Guardia Civil derivó el caso a la Policía Local de esta localidad. Este cuerpo policial logró contactar con el propietario del bar para poder acceder al interior del establecimiento logrando evacuar al individuo. Para hacer todavía más épica la historia, el varón reconoció ante la Policía que no sabía cómo llegó hasta ese bar y pidió a los agentes que le llevarán a casa, porque no tenía en qué ir.

Ya ha pasado un tiempo pero el dueño del bar, José Froilán, no puede evitar reírse al recordar la historia que ha forjado David. «Ha sido un anécdota muy simpática. Ya han bautizado el baño como el 'servicio dormitorio', así que igual tengo que poner un colchón», bromeó este hostelero. Y por si alguien se lo está preguntando, «no le cobré la caña que se tomó, ya que se la sirvió él», agregó entre risas.

La grabación del testimonio hace que esta historia no pierda ni un ápice de realidad y que por mucho que pasen los años, al menos, este peculiar cliente siempre recordará el día en que despertó en el baño de un bar, ese que el día anterior era la mejor 'suite' de la noche.