Condenado a nueve años de prisión por abusar sexualmente de su hija menor de edad durante doce años

En materia de responsabilidad civil el condenado deberá indemnizar a su hija en la cantidad de 60.000 euros. Se condena al acusado al pago de las costas procesales, incluidas las causadas a la acusación particular. Se mantienen la medidas cautelares de prohibición de acercamiento y de comunicación vigentes en la presente causa.

El acusado Johnny Peredo Zelada se trasladó desde Bolivia a Soria en el año 2005 junto con sus tres hijos. Con anterioridad a su viaje a España, ya en su país de origen Bolivia, y cuando la niña contaba con 4 de edad, fue objeto en numerosas y reiteradas ocasiones de tocamientos en sus partes genitales por parte del acusado; «le daba besos en la boca introduciendo la lengua, la colocaba todo el cuerpo, y le colocaba su genitales entre las piernas de la menor, le masturbaba llegando en una ocasión, cuando tenía 6 años de edad a intentar penetrarla vaginalmente».

Tras la llegada a Soria dichas conductas cesaron durante un tiempo pero continuaron cuando la menor contaba con 8 años de edad, reanudó los tocamientos y conductas sexuales hacia la menor en los distintos domicilios en los que la familia llegó a residir, aprovechando que la madre no se encontraba en casa porque trabajaba como asistenta interna. «Le realizó en numerosas ocasiones tocamientos en los pechos y en sus órganos genitales por debajo de la ropa, e indicándole a la menor cómo tenía que masturbarle».

Según los hechos probados que muestra la sentencia, «cuando la menor contaba con 9 años de edad, en el año 2007, aprovechando que la madre fue ingresada en el hospital por un proceso de tuberculosis,  volvió a abusar de ella introduciendo sus genitales en la boca de su hija».

Tras la separación matrimonial del acusado, cuando la menor contaba con 10 años, con idénticos propósitos y hasta que ésta cumplió los 16 años, le realizó de forma reiterada tocamientos en sus órganos genitales.

Como consecuencia de estos hechos la menor ha precisado «y precisará en el futuro tratamiento psicológico presentando sintomatología propia de vivencias de situaciones traumáticas».