Aula del instituto de Arroyo, en Valladolid. GABRIEL VILLAMIL

Los colegios empezarán a confinar a alumnos si un compañero cercano da positivo en covid

La cuarentena afectará a toda la clase en Infantil y primero de Primaria, pero solo a los «contactos más estrechos» en el resto de los cursos

Víctor Vela

Valladolid

Viernes, 28 de agosto 2020, 15:03

La Junta de Castilla y León suavizó este jueves los protocolos de prevención que había diseñado para la vuelta el cole y apostó por unos criterios menos «estrictos», con el objetivo de alcanzar un consenso con el resto de comunidades y porque «la actual ... situación de la pandemia lo permite», como aseguró por la tarde la consejera de Sanidad, Verónica Casado, quien horas antes participó junto a la titular de Educación, Rocío Lucas, en la reunión telemática mantenida entre el Gobierno central y representantes de todas las comunidades.

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Castilla y León se suma así a un protocolo «de consenso» y renuncia a la aplicación del paso inicial de confinamiento previsto ante los primeros indicios de un posible caso de coronavirus en los colegios. El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, aseguró el miércoles que cuando hubiera un caso sospechoso de coronavirus (con síntomas compatibles, como tos o gripe) entraría en cuarentena no solo ese estudiante, sino también todos sus compañeros de clase (en Infantil y primero de Primaria)o los más cercanos (desde segundo de Primaria).

Con las nuevas directrices asumidas este jueves por todas las autonomías, ese confinamiento de los compañeros (y no de todos ellos) solo se dará si el caso sospechoso da positivo en pruebas PCR. Se suprime así («en aras de la coordinación») esa primera barrera de contención prevista por la Junta, si bien la consejera de Sanidad recordó que se recuperará esa idea «si el avance de la pandemia así lo recomienda».

El protocolo fijado para el inicio del curso escolar apuesta por la presencialidad, obliga a usar mascarilla en clase (a partir de segundo de Primaria), recoge que habrá alumnos que, con matices, seguirán acudiendo al centro aunque en su clase se haya detectado un positivo,y determina que el colegio o instituto solo cerrará si las autoridades sanitarias determinan que en sus aulas y pasillos hay un brote de transmisión descontrolada. Estas son las principales respuestas ofrecidas ayer para las grandes dudas ante el retorno a las aulas.

¿Qué pasa si el menor tiene síntomas en casa?

Habría que llamar al pediatra del centro de salud y avisar al colegio. En ningún caso se podrá acudir al centro educativo si se tienen esos síntomas (mocos, tos, fiebre) y no hay un diagnóstico médico que descarte el coronavirus. La consejera de Sanidad aseguró que hay en marcha un plan de contingencia por si fuera necesario dotar de más pediatras al sistema regional de salud. En cualquier caso, aventura que este curso se puede producir una disminución de cuadros catarrales en los niños, porque la extensión de las medidas higiénicas (lavado de manos, mascarillas) contribuirá a contener ese tipo de procesos. «Si hay catarro, el criterio es mantener al niño en casa y consultar al pediatra», recordó Casado.

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¿Debo tomar la temperatura al niño antes de ir a clase?

Sí. Es una obligación que deberán asumir los padres. El protocolo consensuado entre el Gobierno y las autonomías fijaba dos posibilidades. La primera es que se tomara la temperatura a los niños antes de acceder al colegio. Puede que haya centros de la región que lo hagan, pero la Junta optará por la otra alternativa. Los padres deberán firmar al principio de curso una declaración responsable por la que se comprometen a tomar la temperatura al menor y a no llevarlo a clase si tiene síntomas. Esto permitirá que, «si hay un brote», las familias tengan que «asumir sus responsabilidades en salud pública». El documento aprobado ayer no aclara qué consecuencias tendrá incumplir esa declaración.

¿Qué pasa si un niño tiene síntomas en el colegio?

Cuando un estudiante presente, a lo largo de la jornada escolar, síntomas compatibles con el coronavirus (tos, fiebre...) deberá ser trasladado a una habitación 'covid'. Cada centro educativo tendrá que contar con este espacio, en una sala preferiblemente de uso individual con ventilación adecuada y una papelera de pedal con bolsa, donde se tirará la mascarilla (si es que hay que renovarla) y los pañuelos desechables. Esa sala deberá ser ventilada, limpiada y desinfectada después de su uso.

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El alumno tendrá que llevar mascarilla quirúrgica (no es obligatorio si es menor de seis años, tiene problemas respiratorios, presenta alteraciones de conducta o dificultades para quitársela por sí mismo).

En el momento en el que el estudiante con síntomas entre en esa habitación, deberá ser atendido por el responsable covid del centro (que tendrá que ir con mascarilla quirúrgica –será FFP2 si el menor no la lleva–, pantalla facial y bata desechable). El colegio avisará de inmediato a la familia y será esta la que «tan pronto como sea posible» informará al centro de salud. Ese caso sospechoso (tanto si es alumno como trabajador del centro) deberá permanecer aislado en su domicilio hasta que se tengan resultados de las pruebas diagnósticas.

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¿Qué ocurre a partir de ese caso sospechoso?

En principio, ante las situaciones de una persona con síntomas, pero aún sin diagnóstico, «todo seguirá de forma normal para sus compañeros», tanto si el alumno ha manifestado su malestar en el colegio como si no ha ido a clase por encontrarse mal. Si el caso se confirma, es cuando se comienza el «estudio y seguimiento de los contactos» por parte de los llamados equipos 'covid-escuela'. Serán profesionales en prevención de riesgos (enfermeros, médicos) ajenos al sistema sanitario («para no saturarlo»), pero en contacto con los centros de salud. Su labor será determinar las personas con las que estuvo en contacto el caso positivo.

¿Qué se entiende por personas de contacto estrecho?

El protocolo dice que son aquellas que hayan compartido espacio (en los dos días anteriores de la presencia de síntomas) con el caso confirmado a una distancia menor a dos metros (a uno y medio fija la Junta). En el caso de alumnado entre 6 y 11 años, no se considerará como criterio para esa definición el uso de mascarilla. A partir de 12 años, si llevaban la mascarilla puesta, no se considerará contacto estrecho. Será el responsable covid-19 del centro quien facilite a las autoridades sanitarias el listado de posibles contactos estrechos, tanto de alumnos como profesores. La consejera de Sanidad añadió por la tarde que también se considera «contacto estrecho» a los hermanos de quien haya dado positivo. Por lo tanto, ellos también tendrán que guardar cuarentena y no ir a clase.

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¿Cómo se actúa cuando ya hay un caso positivo confirmado y cuándo se declara que existe un brote en centro educativo?

El protocolo contempla cuatro escenarios, en función de la extensión del número de casos.

Brote en un aula. La cadena de transmisión está bien definida y afecta a una sola clase. Si el caso positivo se detecta en un grupo de Infantil o de primero de Primaria, toda la clase guardará cuarentena de 14 días, sin ir al colegio, ya que en estos niveles no es obligatoria ni la mascarilla ni la distancia de metro y medio de seguridad. Si ese caso positivo se da a partir de segundo de Primaria, los alumnos que las autoridades sanitarias consideren como contacto estrecho deberán guardar esa cuarentena. El resto, seguirá yendo a clase. El centro tendrá que informar a los alumnos sobre su situación concreta.

Brotes en varias aulas sin aparente relación entre ellos. Se considera que hay un brote (en cualquiera de los escenarios) con tres o más casos. Y la forma de actuación es aquí igual a la anterior: todos los alumnos de Infantil y primero de Primaria guardan catorce días de cuarentena en casa y, a partir de segundo de Primaria, solo los contactos estrechos. «La actividad docente continúa, extremando las medidas de prevención e higiene en todas las etapas educativas, con excepción de los grupos afectados».

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Brotes en varias aulas con vínculo epidemiológico. A partir de este momento se considera que el problema no es solo de una clase, sino de todo el centro escolar, pero los rastreadores han podido fijar el origen del brote y determinado que hay relación entre los positivos de varias clases. Además del aislamiento de los positivos y la cuarentena de los compañeros más cercanos, se puede extender la cuarentena a otras clases o decretar el cierre de etapas educativas completas.

Brote generalizado. En este caso, se estaría en una situación de transmisión no controlada: los servicios de salud pública de la Junta realizarán una evaluación de riesgo para tomar medidas. La más extrema –porque no se puede determinar el origen del brote ni sus ramificaciones– sería el cierre temporal del centro durante catorce días, como mínimo. Y solo se regresaría a las aulas «cuando la situación esté controlada y no suponga un riesgo para la comunidad educativa».

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¿Qué pasa si mi localidad es confinada, como ha ocurrido este verano en Íscar o Pedrajas?

La actividad educativa continuaría con normalidad. Se entiende que la educación entra dentro de las excepciones similares a las del trabajo y los niños deberán ir a clase (incluso aunque acudan desde otras localidades, por ejemplo, a un instituto comarcal).

¿Cómo es la cuarentena que deberán guardar los alumnos en contacto con casos positivos?

Los alumnos que presentan síntomas deberán estar aislados hasta tres días después del fin del cuadro clínico, con un mínimo de diez días desde el inicio de esos síntomas. Los asintomáticos tendrán que permanecer en aislamiento hasta diez días desde la fecha de la toma de muestra para PCR con el primer resultado positivo. Los contactos estrechos: cuarentena de 14 días, incluso aunque la PCR que se les haga sea negativa. Existe la posibilidad de que se les hiciera una segunda PCR pasado diez días. Si da negativo, podrían regresar a clase. El Ministerio de Sanidad recuerda que en esos contactos estrechos (los compañeros del caso sospechoso, pero también sus familiares) «es posible que en los próximos días puedan aparecer síntomas compatibles con covid-19». En ese caso, deberán permanecer en aislamiento y contactar telefónicamente con el centro de salud.

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¿Qué educación recibirán esos alumnos en cuarentena?

Puede ocurrir que, ante un caso positivo en un aula, haya alumnos que vayan con normalidad a clase y otros (los contactos más cercanos con el caso positivo) que se hayan quedado confinados en casa. El profesor tendrá que habilitar herramientas de educación 'on-line' para atender también a esos alumnos que deben guardar cuarentena. La consejera de Educación aseguró que, en principio, lo ideal es que sea el mismo profesor quien se encargue de impartir la materia presencial y ofrecer esas clases 'on-line' para quienes están en casa.

¿Qué otras medidas de seguridad se tomarán en el centro?

La consejera de Sanidad manifestó su satisfacción por el hecho de que el documento recoja la obligación de que los alumnos y trabajadores del centro se laven las manos al menos cinco veces durante la jornada lectiva (y aquí vale el gel hidroalcohólico, habrá dispensadores a la entrada del aula). «Lavarse las manos a menudo es un hábito que debemos conservar porque hay muchas enfermedades que se transmiten así», aseguró. Además, habrá especiales medidas de ventilación y desinfección de los centros educativos (sobre todo, en baños y espacios comunes).

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¿Qué pasa si no quiero que mis hijos vayan a clase?

La ministra de Educación, Isabel Celaá, anunció que ha encargado un informe a Abogacía del Estado sobre las consecuencias que asumirían los padres insumisos que no lleven a sus hijos a clase. La educación presencial es obligatoria desde los 6 hasta los 16 años. En la actualidad, si un alumno falta a más del 20%de las clases se puede considerar absentista y, en los casos más graves, cuando lo requiera la delegación de Educación, puede intervenir la Fiscalía de Menores, con sanción económica.

¿Qué pasará con los padres de los alumnos que guardan cuarentena?

El Gobierno aún no sabe cómo ayudará a los padres que dejen su trabajo para cuidar a los hijos que tengan que quedarse en casa, sin ir al cole, porque están guardando cuarentena. Isabel Celaá planteó el miércoles un permiso retribuido o una baja, pero ayer afirmó que está trabajando en fórmulas con otros ministerios, después de que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se limitara a decir que prorrogará el programa 'Mecuida', que faculta al trabajador para adaptar su jornada laboral o reducirla hasta el cien por cien para el cuidado de familiares en cuarentena.

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Y la Junta de Castilla y León tampoco ha concretado sus medidas, después de que el miércoles el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, anunciara que se trabaja en un programa de ayuda a domicilio similar al que atiende a los ancianos (sin precisar aún alcance ni quién se encargará de su gestión y coordinación), para esos alumnos que se quedan en casa confinados mientras sus padres tienen que acudir a sus puestos de trabajo. Si es que pueden, porque habrá casos en los que también tendrán que guardar cuarentena.

La Junta recordó, en un comunicado, que «las personas convivientes de casos confirmados y cualquier profesional del centro educativo (profesor u otro trabajador) que haya compartido espacio sin mascarilla en un radio inferior a metro y medio durante más de quince minutos serán, asimismo, considerados «contactos estrechos», a los que «se tendrán que aplicar los protocolos epidemiológicos y las acciones asistenciales previstas frente a la covid-19», informó la administración regional.

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