«Un cotejo en detalle permite comprobar que existe una correspondencia total entre el vehículo grabado y el Volkswagen T-Roc indubitado, destacando la coincidencia en el perfil completo, la posición de los pilotos, matrícula, emblema o distintivo del modelo, barras del techo, antenas, llantas, ... cromados... y la peculiar forma del paragolpes o el paso de rueda posterior, que resulta igualmente coincidente». Así de concluyente es el informe pericial elaborado por la empresa Ingeniería y Seguridad Vial por encargo de la UCO que acaba de recibir el Juzgado de Instrucción 5 de Valladolid. Los peritos han puesto en evidencia a Óscar S. M,, el principal investigado en el caso de la desaparición y muerte de Esther López, quien ha negado por activa y por pasiva en los sucesivos interrogatorios de la Guardia Civil y ante la propia jueza instructora que el 13 de enero de 2022, haber lavado su coche horas después de dejar a Esther López en un cruce de la N-122 con el acceso a la urbanización El Romeral, donde se perdió la pista a la vecina de Traspinedo hasta que su cadáver apareció el 5 de febrero en la cuneta de la carretera que conduce a su pueblo.
Pero, además de las características morfológicas del vehículo, que se corresponden con el «gemelo» en 3D, los firmantes del informe destacan algo peculiar que distingue al coche del principal investigado de los demás T-Roc. Se refieren a «otros elementos más particulares», en concreto, «un elemento colgante, suspendido del espejo retrovisor del turismo, que fue grabado por las cámaras de seguridad, cuya silueta, dimensiones y ubicación vienen a coincidir con los adornos instalados en el turismo indubitado», a las 15:36:12 horas del día de autos. Se trata de una zapatilla de bebé y una medalla. Y subrayan los peritos: son «dos elementos ornamentales cuyas peculiares formas, colores claros y brillos constituyen un distintivo personal del turismo indubitado T-Roc y difícilmente de otros, aun tratándose de unidades de la misma marca, modelo y color».
Elevada correlación
Así que, concluyen los peritos, de los estudios de los fotogramas obtenidos de la grabación de las cámaras de seguridad, tanto del escenario como de los elementos cuestionados, el vehículo dubitado que se observa en las imágenes «se corresponde completamente» con un vehículo marca Volkswagen modelo T-Roc y que pueden apreciarse grupos de píxeles diferenciados «en formas que coinciden en ubicación, dimensiones y morfología con elementos propios del vehículo indubitado (el coche del sospechoso custodiado en la Comandancia de la Guardia Civil), muy especialmente, los objetos que configuran un colgante distintivo del retrovisor interior y que, ante una correlación tan elevada, difícilmente podría considerarse otro vehículo».
La sección de homicidios de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil solicitó el pasado mes de octubre, tras recabar el permiso de la jueza instructora, un informe a la empresa gallega ISV-Ingeniería y Seguridad Vial, especializada en reconstrucción de accidentes, con el fin de determinar «el nivel de correspondencia» del vehículo que se apreciaba en las grabaciones de las cámaras de seguridad próximas al autolavado GassExpress entre las 15:18 y las 15:35 horas y el coche del sospechoso.
Este es uno de los dos informes que faltaban por llegar al juzgado y que motivaron que la jueza decidiera prorrogar las diligencias seis meses más, después de un año de investigaciones. Queda el informe biológico para determinar el origen de las manchas en la moqueta del interior del maletero del coche, manchas que se corresponden con el ADN de Esther López. En principio, y si la instructora no autoriza más prueba, faltaría para concluir las diligencias el informe final de la Guardia Civil con el relato de lo que pudo ocurrirle a la vecina de Traspinedo, que salió de su casa para ver un partido de la Champions en un bar del pueblo con sus amigos y nunca regresó.