Cinco preguntas sobre la muerte de Esther López que Óscar tendrá que responder ante la jueza

Las «graves contradicciones y la escasa credibilidad» de la versión ofrecida por Óscar en su testimonio, como se desprende del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, le sitúan desde hace semanas en el centro de las sospechas. Fuentes próximas al investigado, de 38 años, admiten que está en el «ojo del huracán», aunque también avanzan su predisposición a colaborar con la justicia.

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Ha prestado declaración en varias ocasiones en la Comandancia de la Guardia Civil, la última el pasado 7 de febrero (lo hizo dos veces en apenas veinticuatro horas), y este lunes comparecerá por primera vez en sede judicial, ante el Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid. Lo hará en calidad de investigado y después de un meticuloso registro tanto de su chalé en la urbanización El Romeral como de su Volkswagen T-Roc (entre ambos la Policía Judicial del Instituto Armado tomó más de 500 muestras, que remitieron a Madrid para un análisis en profundidad).

Este lunes, Óscar S. M. tendrá que aclarar ante la titular del Juzgado de Instrucción número 5, Soledad Ortega, esas «contradicciones» en las que insiste la UCO. Dar respuesta a una serie de interrogantes que le han llevado a ser el principal sospechoso de la muerte de Esther López de la Rosa.

En sus declaraciones en la Comandancia, Óscar S. sostuvo que sobre las 2:30 o 2:45 horas de aquel 13 de enero dejó a Lucio Carlos G., 'Carolo', en su casa. Esther le insistió en ir a Valladolid para continuar la fiesta y, ante la negativa del investigado, ésta se bajó del coche y se dirigió hacia la casa de 'Carolo', cerca del restaurante La Maña, donde se la perdió el rastro. «Fue el último momento que la vi», dijo ante la Benemérita.

Sin embargo, la Guardia Civil ha encontrado varias contradicciones en sus movimientos. La más grave, según se recoge en el sumario, es que «el posicionamiento del móvil de Esther a las 3:26 horas y el suyo a las 3:22 les sitúan a ambos en las cercanías de la casa de Óscar».

Así, el sospechoso tendrá que aclarar por qué las antenas telefónicas sitúan ambos teléfonos en el mismo radio casi una hora después de lo declarado. No obstante, es preciso matizar que este posicionamiento no implica que ambos terminales estuvieran juntos, pues las antenas abarcan un radio relativamente amplio y la familia de Óscar tiene un chalé en El Romeral, que fue inspeccionado a principios de abril por el Instituto Armado.

La investigación también ha revelado que los teléfonos de ambos se ponen en 'modo avión' en dos ocasiones y de forma prácticamente paralela. Concretamente, de 6:31 horas a 8:55 y de 6:34 a 9:10, respectivamente. ¿Por qué puso su teléfono en 'modo avión'? es la pregunta que tendrá que responder ante la magistrada. La UCO cree que fue un intento de ocultar su posición.

A todo ello, a mayores, hay dos llamadas de Óscar y un WhatsApp (de 3:33 a 3:35 horas) al móvil de Esther que después él no recordaría en sus declaraciones.

También «refuerza las sospechas de su vinculación con la desaparición», sostienen los investigadores, el hecho de que al día siguiente, 13 de enero, hiciera dos viajes entre Valladolid y Traspinedo con su teléfono sin actividad, en 'modo avión'. Además, llegó a dejar el terminal en la capital para -consideran- evitar ser localizado. Esos movimientos los 'chivó' el sistema de localización de su vehículo.

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Aprovechó el viaje a la capital vallisoletana esa misma mañana para lavar su coche (con el que se movieron la madrugada anterior) en una gasolinera y durante varios minutos, tal y como desvelan las cámaras de seguridad. Tendrá que señalar por tanto cuál es el motivo que le llevó a limpiar el vehículo esa misma mañana (la extrema limpieza llamó la atención de los investigadores), aunque entonces ya aseguró que lo hizo porque se trataba de un turismo de 'leasing' prácticamente nuevo.

El informe policial, fechado el 4 de abril, también recoge que se han localizado restos de ADN, tanto de Óscar como de Esther, en la goma del cierre del maletero del vehículo en el que se desplazaron la noche de la desaparición. El sospechoso tendrá que explicar cómo es posible que se localizaran restos biológicos de la joven allí.

Cuando los agentes se llevaron el coche de Óscar S. para ser examinado, a principios de abril, se percataron de que la parte delantera -no era superficial, lo encontraron tras desmontar el parachoques- había una pequeña hendidura, junto al faro derecho, aunque el informe no establece ninguna relación con el atropello que sufrió Esther López.