El PP cierra la primera ronda de diálogo sin alterar su apuesta por gobernar en solitario

A estas horas apenas hay certezas. Si el PSOE decidiera presentar una candidatura a presidir las Cortes, lo que ya hizo en 2019, podría conseguirlo si suma los apoyos de Soria ¡Ya!, UPL, Por Ávila, Ciudadanos y Unidas Podemos. El PP conseguiría retenerlo si Vox apoya su propuesta o suma tres escaños a sus 31. Y según Carlos Fernández Carriedo, ese tema aún no se ha hablado, aunque todos los indicios apuntan a Soria ¡Ya! como aliado necesario. «Con Soria Ya hay un cauce abierto», admitió el portavoz de la Junta en funciones y uno de los encargados de la negociación. «No hablamos de responsabilidades aún sino de alcanzar compromisos en torno a un programa de actuaciones. Hay cercanía en posiciones comunes de las que podemos hablar. Que de ahí se derive apoyo a la investidura o a la constitución de las Cortes, no hemos planteado aún ese paso. Pero hay buena sintonía en relación con los temas programáticos y tenemos abiertas las puertas a Soria Ya para ir hablando de programa», admitió Carriedo.

La cuestión es que, más allá de eso, aún no hay ni una sola reunión programada con ningún grupo. Descartadas quedan segundas charlas con PSOE y Unidas Podemos. Con los primeros, Mañueco se levantó de la mesa. Con los segundos, Pablo Fernández les ha transmitido su negativa a apoyar al PP en ningún caso. Vox espera una llamada que aún no se ha producido. «Haremos el balance e iremos convocando a aquellos grupos para hablar de programas e iniciativas y veremos en qué orden y circunstancias», anunció Carriedo.

¿Puede alterar la nueva dirección nacional del PP esas circunstancias? Pues Carriedo considera que no. Que Mañueco tendrá manos libres para poder actuar como crea conveniente, mediante un pacto con Vox o tratando de alcanzar un Gobierno en minoría apoyado por otras fuerzas que en ningún caso -salvo pacto con el PSOE- sumarían los 41 escaños de la mayoría absoluta. «Fernández Mañueco tiene el apoyo por tres cauces: por la junta directiva autonómica, que por unanimidad otorgó esa responsabilidad al presidente; posteriormente, por el Comité Ejecutivo nacional del PP, que también le otorgó esa responsabilidad de liderar el proyecto; y finalmente, por parte de las personas que en las urnas le dieron la mayoría al PP, aunque no absoluta».

En la última jornada de conversaciones, el PP solo se garantizó el posible apoyo de Ciudadanos si la disyuntiva se plantea en términos de que sea Vox u otro partido el que presida las Cortes. «Si tuviera que elegir solamente entre Vox y el PP, lo tengo claro. Es probable que no sea esa la elección», apunta Francisco Igea. «En principio no hay candidatos sobre la mesa y no sé cuál es la postura de Soria ¡Ya! a propósito de la formación de la Mesa de las Cortes. Apoyaremos al candidato que resulte más adecuado para el puesto. Es quien va a ordenar los debates, dar los mensajes institucionales, controlar los tiempos y representar a la comunidad de manera institucional. Es inviable que esto lo haga una persona que no cree en las autonomías», justificó el único procurador que tendrá la formación naranja en la undécima legislatura.

Pablo Fernández, procurador por Unidas Podemos, anunció que votará «no» a la candidatura del PP a presidir la Mesa de las Cortes, «igual que a la investidura de Mañueco». Y brindaría su apoyo a una candidatura del PSOE si hay opciones de sumar mayoría de votos. «No he hablado con otros grupos, pero podría darse esta circunstancia. Si el PSOE se mueve y puede generar consensos con otros grupos parlamentarios, podría alcanzar la presidencia de las Cortes. Ante la disyuntiva, votaríamos al candidato del PSOE».

Vox, mientras tanto, ya ha mostrado su enfado por el anuncio del PP. Hay que recordar que la formación de Juan García-Gallardo pidió «el mismo trato» que en su día obtuvo Ciudadanos, en un pacto con el PP que incluyó la Presidencia de las Cortes, que recayó en Luis Fuentes, y una de las tres secretarías, que fue para Marta Sanz.