Cinco escaños para el PP, cuatro para el PSOE y uno para Vox: el voto de los burgaleses el 13-F

En el hemiciclo las alternativas serán Vox o UPL. La ultraderecha o una formación regionalista. La coalición con cesión visible de poder a los de Abascal en áreas como Educación o intentar el gobierno en solitario negociando cada apoyo en el día a día.

En Burgos la tendencia de voto desvela que habría cinco escaños para el PP, cuatro para el PSOE, uno para Vox y otro para Podemos. Ciudadanos, esta vez, no tendría representación en la cámara por parte de la provincia

Las expectativas de Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta y cabeza de cartel en los populares para las elecciones del próximo 13 de febrero, son prometedoras. Sobre todo teniendo en cuenta el punto de partida, que es el batacazo electoral de mayo de 2019, cuando el escrutinio le situó por detrás del socialista Luis Tudanca y perdió 13 de los 42 escaños que Juan Vicente Herrera había logrado en 2015.

Según indica el sondeo que GAD3 ha elaborado para El Norte de Castilla a partir de un millar de entrevistas durante los días 22 y 23, justo después de que Fernández Mañueco hiciera saltar por los aires la coalición con Ciudadanos cesando al vicepresidente Francisco Igea y a los otros tres consejeros de la formación naranja, disolviera las Cortes de Castilla y León y convocara elecciones anticipadas para el segundo domingo de febrero, el resutado de Mañueco es prometedor.

El PP pierde empuje en intención de voto con respecto a hace seis meses. En mayo, volvía a los tiempos de la mayoría absoluta, con una expectativa de 43 escaños en unas Cortes donde se sientan 81 procuradores. Hoy, esos 43 escaños han menguado y el PP se situaría en una horquilla que oscila entre un mínimo de 37 parlamentarios (dos por encima de los que tiene hoy el PSOE) y un máximo de 39.

Los populares arrancan la campaña en cabeza, pero más débiles que hace unos meses y con un calendario que acerca citas en los juzgados, como la declaración del presidente de Salamanca por la financiación de las primarias que ganó Mañueco en 2017 y el juicio por corrupción por el negocio en que se convirtió la compra del edificio conocido como la Perla Negra o el final de la instrucción por la trama eólica.

También la incógnita el efecto electoral de la decisión de convocar elecciones en pleno auge de contagios de la sexta ola de la pandemia, aparcando el informe de 30 expertos que aconsejaba tomar medidas para limitar el contacto social. El trabajo demoscópico deja al PSOE de vuelta a los números en los que se ha movido desde 1991, como segunda fuerza política, con 28 o 29 escaños.

Luis Tudanca ha encabezado estos dos años y medio el principal grupo parlamentario de las Cortes con 35 procuradores. Los socialistas empeoran radicalmente respecto a mayo de 2019 y mejoran tímidamente sobre la estimación de 27 o 28 escaños que lograba el pasado junio, pero la estimación de voto les sitúa en la oposición.

Vox, que se afianza como tercera fuerza política.. Su única procuradora en esta legislatura se multiplicará por nueve o diez en la que se avecina

La formación de Santiago Abascal contaba con una previsión de siete escaños hace poco más de seis meses. Come terreno al PP con unos datos que cimentan lo que dirigentes populares trasladan en pasillos, tomando un café o al término de cualquier convocatoria informativa en conversaciones informales: su temor es el techo que puede alcanzar Vox.

Vox logró en Castilla y León el 12,3% de los votos en las elecciones generales del 29 de abril de 2019, porcentaje de apoyo que bajó en las autonómicas de mayo a niveles del 6%. Algo lógico en un proyecto personalista y nacional para un partido sin estructura autonómica ni provinciales. Con la repetición de las generales el 10 de noviembre. Vox logró en la comunidad el respaldo del 16,7% de los electores.

Los de Abascal llevan meses compitiendo en serio con Mañueco, con una agencia hiperactiva de visitas de dirigentes nacionales. Javier Ortega Smith lo ha hecho varias veces. Una de las últimas, en el debate de la enmienda de totalidad al presupuesto autonómico. La procuradora Fátima Pinacho dejó claro cuál era el objetivo: «Liberar a Castilla y León de 37 años de gobiernos del PP», remarcó. «Denotan pérdida de bandera ideológica, se han vuelto multicolor, globalistas, nosotros somos rojigualdos», espetó a la bandada del PP.

El sondeo de El Norte apunta a que son dos contrincantes condenados a entenderse. La clave estará en la correlación de escaños. Si Mañueco se sitúa en la parte baja de la horquilla actual o pierde, Vox marcará la pauta. Mostró el camino este sábado anunciando que eliminará toda la colaboración económica con los sindicatos si depende de ellos la gobernabilidad de Castilla y León. Fue su respuesta a la propuesta de Vicente Andrés, secretario autonómico de CC OO, de plantear «un cordón sanitario a Vox» por considerarles una «riesgo» al ser «negacionistas de todo, desde las vacunas a la igualdad entre hombres y mujeres».

Fuera de la bancada socialista y la de la formación de ultraderecha, los populares hace meses que dan por liquidados a Ciudadanos. Entienden que haber logrado mantener la Junta de Castilla y León en 2019 les ha permitido embridar al PSOE en niveles de la etapa de Herrera y confían en que la irrupción de más fuerzas de ámbito local que plasman el descontento de provincias como León, Ávila o Soria tendrá un efecto limitado en escaños.

El sondeo apunta que Soria Ya! lograría entrar en las Cortes con un procurador, que podría ser el que perdería Por Ávila, que no lograría revalidar el escaño desde el que ha trabajado el doctor Pedro Pascual esta legislatura. Los sorianos empiezan hoy domingo a recabar firmas para respaldar oficialmente su registro como plataforma electoral.

Pero hay otra incógnita, Burgos Enraíza no aparece contemplado en la encuesta porque anunciaba esta misma semana su intención de presentarse a las autonómicas. Las más de 45 asociaciones burgalesas que integran esta formación irán a los comicios tienen un «objetivo claro», como es representar a Burgos en las Cortes de Castilla y León. «Hasta ahora los partidos generalistas toman decisiones sin tener en cuenta los intereses de Burgos, es momento de que esa decisión venga de alguien de Burgos», afirmaba su presidente, Juan José Asensio.

Los leonesistas ganan terreno. La Unión del Pueblo Leonés pasa de uno a dos escaños, resultado que logró en 2003 y 2007. Si el PP cuadra un resultado en la parte más optimista de esa horquilla de 37 a 39, los leonesistas pueden ser una opción de acuerdo para Fernández Mañueco. El PP se vería obligado a recoser el argumento con el que ha dinamitado la coalición con Cs. Supondría dar un giro vertiginoso a la premisa de no aceptar el «intercambio de privilegios por apoyos» con Por Ávila y ver cómo esos 'privilegios' dejan de serlo aplicados a León.