Las restricciones por la covid-19 de Castilla y León se relajarán «lo más rápidamente posible» se baja la incidencia

Por su parte, los alumnos mayores de doce años de Castilla y León que estén vacunados o que ya hayan pasado la enfermedad no tendrán que guardar cuarentena por contacto estrecho en el aula, manteniendo el uso de la mascarilla y la distancia de seguridad, según ha anunciado este jueves el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

Para el resto de alumnos se mantiene el protocolo vigente, mientras que respecto al uso de las mascarillas en el recreo, Igea ha reconocido que aún no se ha tomado una decisión, aunque ha indicado la intención del Ejecutivo autonómico de ir eliminando restricciones «lo antes posible» y «empezando por el uso de la mascarilla al aire libre entre quienes menos riesgo tienen».

El vicepresidente de la Junta ha subrayado que «queda muy poquito», pero ha abogado por esperar a ver si se mantiene la tendencia descendente de la incidencia acumulada y la ocupación hospitalaria una vez se complete la vuelta a la actividad normal tras el periodo estival.

En este sentido, ha insistido en la importancia de comenzar a eliminar las restricciones por los menos riesgo presentan y terminar por aquellas actividades o entornos de más riesgo. Así, ha reconocido las dificultades de sectores como el ocio nocturno y ha abierto la puerta a mantener las ayudas económicas del Ejecutivo autonómico si fuera preciso.

La Junta de Castilla y León se ha mostrado a favor de que la aplicación de la tercera dosis de la vacuna contra la covid-19 se extienda también a las residencias, además de a las personas inmunocomprometidas como pacientes oncológicos.

Así lo ha indicado Igea, quien ha recordado que se trata de una decisión que corresponde al ámbito del Consejo Interterritorial de Salud, al igual que una hipotética extensión de la vacuna a los menores de doce años.

No obstante, Igea ha apostado por aplicar esa tercera dosis, o dosis de recuerdo, a aquella población «más frágil», como pueda ser la del ámbito de las residencias, donde se ha visto un «leve incremento de la mortalidad» en esta quinta ola.

Francisco Igea ha recordado el debate que existe sobre la generalización de esta tercera dosis hasta avanzar en la inmunización del conjunto del planeta para evitar la aparición de nuevas variantes por la mutación del virus.