La Casa de Cervantes, anfitriona de un congreso de museos de escritores

Entre los actos previstos para esta conmemoración, figura un ciclo de conferencias con el que se traerá al presente la memoria de Benigno de la Vega-Inclán como gran impulsor de la Casa de Cervantes, además de un congreso de directores de casas museo nacionales e internacionales dedicadas a escritores.

Desde la dirección se trabaja en la organización de este foro en el que se prevé convocar a los responsables de las casas natales de William Shakespeare, en Strattford Upon Avon (el Reino Unido), y del castillo de Michel Eyquem de Montaigne, en Saint-Michel-de-Montaigne (Francia), dada la confluencia de ambos escritores con la época histórica y literaria de Miguel de Cervantes. Además de este congreso, que se celebrará en otoño, también se pretende involucrar a la Hispanic Society of America, institución con la que se tiene estrecha relación por la implicación de Archer Milton Huntington en la historia fundacional y de mecenazgo de la vivienda de la calle del Rastro.

Aunque en torno al universo cervantino se han levantado museos al calor de su legado histórico o literario en Alcalá de Henares, Argamasilla de Alba, Baena, Vélez-Málaga, Esquivias o Alcázar de San Juan, entre otras localidades, María Bolaños subraya como particularidad de la impronta de la ciudad del Pisuerga en dos períodos de la existencia del literato, de niño y de adulto, un dato al que añade otro sustancial: que fue Valladolid la primera ciudad del mundo en la que se leyó 'El Quijote'.

El año pasado, la capital acogió varios congresos y exposiciones dentro de los actos conmemorativos del IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, en los que se puso de manifiesto su vinculación. «Cuando Felipe III se establece en Valladolid, en 1601, el escritor vivía con sus hermanas Andrea y Magdalena, su hija Isabel, su sobrina Constanza y la criada María de Ceballos en el cuarto principal de una vivienda ubicada en el Rastro nuevo de los Carneros, hoy calle del Rastro. Cervantes aún residía en Valladolid el 7 de noviembre de 1605 y no se sabe exactamente cuándo abandonó la ciudad», se reseña en la información ofrecida a quienes recorren sus estancias.

Aunque por el edificio en el que vivió Cervantes pasaron el año pasado 22.710 personas, María Bolaños reclama apoyo a las instituciones políticas, a la Universidad, y a los colectivos ciudadanos para dar al centro un impulso y convertirlo en un lugar de referencia para los visitantes y dentro de la propia ciudad. «Queremos abrirnos a la colaboración con otras entidades para ser un espacio de encuentro», alega. De la afluencia total que registró el museo, 5.375 personas procedían de Valladolid, una cifra que la dirección se propone aumentar animando a la población local «a visitarla más de una vez y a repetir a los que ya la conocen».

Adscrita al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la Casa de Cervantes es sede también de la Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción y acoge encuentros literarios, ciclos de conferencias y talleres infantiles.

Sus salas albergan exposiciones temporales que amplifican el eco histórico del personaje que la habitó, como la que se celebrará a partir del 13 de junio, 'Miguel de Cervantes, embajador de España', en colaboración con la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. En ella se exhibirán productos que en los últimos 150 años se han utilizado por su capacidad evocadora más allá de nuestras fronteras de la obra cervantina. También ha sido el inmueble objeto de tramas literarias, como la que el escritor Juan Eslava Galán ideó mezclando realidad y ficción en 'Misterioso asesinato en casa de Cervantes'. Todo ello son aditamentos de lo que Bolaños denomina «una joya escondida» en Valladolid.